El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, se reunó ayer con el titular de YPF, Miguel Galuccio, y le prometió que hoy enviará el acuerdo de YPF y Chevron a la Legislatura neuquina para impulsar su aprobación. Su ministro de Energía, Guillermo Coco, afirmó que “se ha firmado un acuerdo comercial y vamos a estudiar en detalle los términos. La provincia, luego del análisis, decidirá si lo aprueba o no y si considera necesario algún cambio. Veremos cuál es el prospecto de lo que han firmado. Este acuerdo se ha firmado ad referéndum de la provincia”. El envío al Parlamento local había sido pedido horas antes por el titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra. “Por una cuestión de transparencia, el acuerdo debería llegar a los diputados”, señaló.

Considerando que los ingresos fiscales de Neuquén están en buena medida atados a la evolución de la producción de hidrocarburos a través de las regalías y del impacto sobre la actividad económica local, las autoridades ven con buenos ojos la posibilidad de que suba el ritmo de extracción, tal como prevé el acuerdo con Chevron. Además, la exención impositiva de retenciones y no liquidar las divisas de las exportaciones por el 20 por ciento de la producción a partir del quinto año de producción que podría beneficiar a la firma estadounidense supone un costo fiscal y menos absorción de dólares para el gobierno nacional, pero no tiene impacto negativo en la provincia. Sin embargo, la utilización que la extracción de recursos no convencionales supone de recursos hídricos provinciales y electricidad es alta y existe riesgo medioambiental. De ahí que la actividad requiere un fuerte consenso social.

“Esta es una inversión muy importante que significa fuentes de trabajo para Neuquén, y más gas y petróleo para el país. Es el disparador de otros planes piloto para el desarrollo de otros yacimientos”, evaluó ayer Coco, y aseguró que en Vaca Muerta “la única manera de poder sacar el gas y el petróleo es como lo hace Chevron”. En el plano ambiental, admitió que el proceso de extracción de no convencionales “utiliza 20 veces de cantidad de agua que la explotación convencional”. “Pero hay que tener en cuenta que estamos en la cuenca interna más importante de la Argentina, sacando el Paraná. Vamos a utilizar no más de 0,5 por ciento de la cuenca a lo largo de 40 años, cuando para la producción agrícola, industrial y petrolera convencional se usa 5 por ciento, y el resto va al mar”, indicó. El funcionario aseguró que “los pozos no están en territorios de pueblos originarios, sino en campos fiscales provinciales. Los pueblos originarios están a 60 u 80 kilómetros de donde se va a realizar la explotación”, precisó.