Los gastos sociales del Gobierno de la Ciudad alcanzaron una reducción de 1,82 por ciento sobre el total de los recursos en el período 2008-2012. Sin embargo, en el presupuesto 2013 esta reducción llega al 5,35 por ciento, al pasar del 65,6 al 62,1 por ciento del gasto total. “Este rubro aglutina los gastos más sensibles de la Ciudad y afecta fuertemente a los sectores de menores ingresos, que son aquellos que utilizan en su gran cuantía los servicios públicos de salud, educación, y cultura”, explicaron los economistas Diego Estrella y Aixa Ratta, integrantes del equipo de investigación Economía del Bicentenario. En el rubro Salud, el ajuste alcanzó el 10 por ciento, al pasar del 23,16 por ciento del gasto total en 2007 al 20,87 por ciento en 2013. La educación tuvo una caída relativa de recursos del 0,64 por ciento al mismo tiempo que aumentaron los subsidios a la educación privada. En el período 2009-2012, los colegios privados recibieron un 94,97 por ciento más de fondos.

Según datos de la Secretaría de Hacienda porteña, los recursos destinados a la inversión cayeron del 19,75 al 13,97 por ciento entre 2008 y 2012. Es decir, una reducción relativa del 29 por ciento de las partidas destinadas a realizar obras de infraestructura y su mantenimiento. Como contrapartida, los gastos corrientes aumentaron un 7 por ciento, impulsados por la suba en los gastos de consumo. Estos últimos son los bienes y servicios que consume el Estado, pero que en su mayoría son contratos tercerizados. Por ejemplo, el área de Espacio Público es la que lidera el ranking de ministerios con contratos tercerizados. En 2009 dividió el suelo porteño en cinco zonas, adjudicadas a las firmas Mantelectric Icisa, Ecología Urbana SRL, Casa Macchi SRL y Zona Verde, que se encargan de la poda de árboles en distintos barrios de la Ciudad por un total de 13,5 millones de pesos al año.

Las tareas de bacheo eran realizadas hasta la llegada de Macri por el Ente de Mantenimiento Urbano Integral, pero esta actividad fue privatizada y tercerizada a cerca diez empresas, entre ellas Ricavial, Coarco y Vezzato. El contrato que representa la mayor erogación de recursos es el de la recolección de residuos, con 2336 millones de pesos por año.