La producción nacional de autos cayó el 47,8 por ciento en febrero respecto a igual mes de 2001, mientras que las ventas a concesionarios bajaron el 45,3 por ciento, informó la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). En la comparación con el alicaído enero, cuando sólo se produjeron poco más de 3600 vehículos, se registró un alza del 77 por ciento que, antes que una mejora, destaca la casi nula producción del primer mes del año.
De acuerdo con el informe de la cámara que nuclea a las terminales, la producción de automóviles fue de 7818 unidades, las exportaciones de 8543 y las ventas a concesionarios 8485, de las cuales 4542 fueron fabricadas en el país. Si se comparan los dos primeros meses de 2002 con igual período de 2001 la disminución fue del 56 por ciento.
Por el lado de las exportaciones se registró un salto del 139,1 por ciento respecto de enero, lo cual revela también que durante el primer mes del año prácticamente no se registraron ventas al exterior. No obstante, contra febrero de 2001, las exportaciones bajaron el 13,1 por ciento, mientras que el acumulado del primer bimestre refleja una merma del 44,2 por ciento.
En relación con las ventas al mercado interno se registró un incremento del 132,7 por ciento en relación a enero, la explicación es similar a las anteriores: durante enero casi no se registraron operaciones. En la comparación interanual, en cambio, se produjo una disminución del 45,3 por ciento, mientras que el acumulado de los dos primeros meses marca una fuerte caída del 64,8 por ciento respecto de igual período del año pasado.
Luego de haber registrado en 2001 el peor año en la última década, la producción automotor no sólo no da muestras de recuperación, sino que, de mantenerse los niveles de febrero, la producción de 2002 estaría por debajo de las 100 mil unidades, es decir menos del 40 por ciento que el año anterior. Dada la actual recesión, la existencia de importantes stocks y el aumento del precio de los vehículos debido a la devaluación, se evalúa que incluso esta cifra puede llegar a ser optimista.
Por ahora, el comportamiento de la producción se mantiene apenas por debajo de la escasa demanda. Y si la demanda no se cubre con los stocks existentes, ello se debe a la necesidad de las plantas de mantenerse en funcionamiento debido a los elevados costos fijos.