En un intento más para motivar a los ahorristas a que vuelvan a colocar dinero en el sistema financiero, el Gobierno decidió ahora bajar el porcentaje del Impuesto a las Transferencias Financieras a 0,50 por mil para créditos y débitos de cuentas corrientes, cuando la transacción sea para colocar fondos en plazos fijos, comprar letras del Banco Central o cualquier otro título del mercado. Además de la reducción para ese tipo de operaciones, se dispuso también que tributen el 0,75 por mil las transacciones vinculadas a las actividades de corredores de granos y ganado, empresas de tarjetas de crédito y tickets, droguerías y farmacias, y empresas que transfieran dinero por Internet. Según la normativa, la reducción al 0,5 por mil se aplicará sólo a quienes coloquen los fondos de su cuenta corriente en un plazo fijo en la misma entidad bancaria, y restituyan a su vencimiento la totalidad de esos fondos a la cuenta corriente. Hasta ahora, quienes pasaban fondos propios de una cuenta corriente a un plazo fijo –aunque sea en el mismo banco– estaban obligados a tributar el 6 por mil al Estado, e idéntica suma al volver esos fondos a la cuenta corriente.