Ayer desembarcó en Buenos Aires un team técnico del FMI, como lo llaman en Economía. “El FMI está listo para ayudar a Argentina. Ven bien que se haya sincerado la situación”, comentó un alto funcionario del equipo de Remes Lenicov a este diario. El mismo funcionario admitió, sin embargo, que “no les gusta el mercado dual de cambio”. Pero aseguró que sólo se irá a un tipo de cambio único y flotante una vez que se hayan cumplido dos condiciones: un escenario de mayor certidumbre y más reservas en el Banco Central para defender la paridad.
En el equipo económico confían que el Fondo destrabe, en un plazo corto, los 9000 millones de dólares remanentes del blindaje. Y especulan que a esa cifra se le podrían agregar aportes de otros organismos multilaterales y ayuda bilateral europea hasta completar un paquete de 15 a 20 mil millones.
La apuesta fuerte del gobierno de Duhalde ante el Fondo será conseguir que el organismo acepte que para 2002 el déficit cero era sólo una mala idea de Cavallo. Así, presentará un “presupuesto equilibrado”, pero computando dentro de los ingresos fiscales la emisión, por ahora, de 3000 millones de Lecop; en tanto que el resto del déficit fiscal podría cubrirse con la emisión de pesos. Pero “no habrá hiperdéficit”, afirman en Economía. “En el último trimestre de este año podemos estar creciendo al 8 por ciento”, se entusiasman. Y lo repetirán ante el Fondo.