–¿Por qué Economía se opuso a que el Congreso interviniera en la decisión de aumentar o no las tarifas públicas?
–En realidad, un buen número de legisladores estuvo hablando con el Ejecutivo, manifestando la preocupación de –en medio de un contexto electoral– tener que aparecer tomando decisiones de aumento de tarifas. Estas son las cosas malas, o las cosas duras, que le toca hacer al Ejecutivo del turno. De manera tal que estaba en el interés de los propios legisladores no participar de manera vinculante.
–¿Economía sigue trabajando con fijar un tope de aumento de 10 por ciento?
–No prejuzguemos, ya que va a haber audiencias públicas. Lo que sí está definido es que va a haber tarifa social. Para una franja de la población, de menores consumos, el aumento va a ser cero.
–¿Qué va a pasar con la clase media, que viene siendo también muy castigada en los últimos tiempos?
–No va a haber aumentos alocados de tarifas.
–Las propuestas empresarias parecen alocadas: 30%, 50%...
–No va a haber ningún tarifazo. Van a ser aumento moderados que aseguren la protección del usuario: en el sentido de lo que va a pagar y el servicio que le brinden.