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Una batalla perdida
La oposición venezolana la presentó como otra batalla hombre a hombre, en las calles, en la guerra declarada contra el presidente Hugo Chávez para que renuncie. Pero la huelga de 12 horas convocada por la llamada Coordinadora Democrática tuvo un éxito parcial. Aunque logró paralizar gran parte de las actividades económicas, el paro no tuvo la contundencia de las convocadas el 10 de diciembre de 2001 y el 9 de abril de este año. Los líderes de la huelga, sin embargo, la calificaron de una gran victoria. “Este éxito no puede ser tirado por la borda, cayendo en provocaciones”, dijo el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega (foto). Durante el día, los dirigentes que integran la Coordinadora Democrática centraron sus intervenciones en torno a los pasos a seguir después del paro de 12 horas. Internamente se debatía la posibilidad de extender la huelga por un tiempo determinado o, incluso, declararla indefinida. Todo dependía de la evaluación de la jornada, y el hecho de que se decidiera detener el paro allí indica que la oposición misma evalúa, más allá de lo que dice, que esta vez no ganó tanto. “El paro fue un fracaso”, se apuró a decir el vicepresidente José Rangel.