EL MUNDO
› CARDOSO Y LULA HABLAN MIENTRAS SERRA SE RESIGNA
Preocupados por el día después
“Cualquier otro presidente puede ser elegido y no hacer nada porque el pueblo está acostumbrado. Nosotros no tenemos ese derecho.” En un acto en el estado nordestino de Ceará, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, que se está probando ya la banda presidencial de cara a las elecciones del domingo que lo muestran como casi seguro ganador, se advirtió a sí mismo y a su partido sobre lo que vendrá a partir del lunes. Ayer también asistió a un acto en el marco del “Día Nacional de la Movilización Negra pro Lula”, para captar más votos de los 80 millones de negros que tiene la población brasileña. El presidente Fernando Henrique Cardoso, declaró a través de sus voceros que el martes mismo ser reunirá con el presidente electo para comenzar la transición. Pero prefirió usar su propia voz para criticar a Lula por la cuestión del ALCA.
“El ALCA es un proyecto muy importante, y es con ese espíritu que debemos encararlo, y no discutir sobre soberanía o anexión”, expresó en referencia a la posición de Lula sobre el hecho de que el proyecto, en su forma actual, se parece más a una anexión de América latina a Estados Unidos que a un proyecto de integración económica. Preguntado sobre los proyectos de integración de su propio mandato, Cardoso se defendió diciendo que “en ningún momento dejamos de discutir el Mercosur ni tampoco sus negociaciones con la Unión Europea. Los acuerdos bilaterales con los países andinos también han avanzado, y yo espero concluirlos hasta el final de mi mandato”. Y terminó con una asunción implícita a la seguridad del triunfo de Lula: “Los brasileños somos un pueblo joven, no debemos tener miedo a lo nuevo. Ganaremos, sea quien fuere el ganador en las urnas”.
En estas condiciones, con una campaña apagada por un oficialista José Serra que creció poco en las encuestas y un Lula que lo ve a por lo menos 30 puntos porcentuales de ventaja, todas las expectativas están centradas en cómo será la transición. En ese sentido, el jefe de gabinete de Cardoso y principal encargado de coordinar la transición con el equipo de Lula, Pedro Parente, fue tajante acerca de lo que se negocia y lo que no. “No habrá decisiones compartidas. Hasta el 31 de diciembre, el presidente ejercerá su mandato. Pero en los casos en que los efectos se hagan evidentes en el próximo año, habrá conversaciones y la búsqueda de entendimiento con el equipo del presidente electo”, aclaró.