Una nueva escalada bélica se vivió ayer en Medio Oriente cuando aviones israelíes penetraron en la Franja de Gaza cerca de la medianoche y bombardearon distintos objetivos dentro del territorio palestino. Según fuentes médicas locales, no hubo víctimas fatales. La operación militar sucedió luego de que ayer, en la reunión de gabinete israelí, el primer ministro, Ehud Olmert, amenazó con un ataque “desproporcionado” frente a los lanzamientos de las milicias palestinas. Horas antes, al menos cinco cohetes Qassam y 14 proyectiles de mortero impactaron en el sur de Israel, causando heridas leves en dos soldados y un civil.

Según testigos, la Fuerza Aérea israelí atacó ayer al menos tres puntos dentro de la franja, concentrando los bombardeos en el centro y sur del territorio. Primero fue el centro: los F-16 sobrevolaron el espacio aéreo de Gaza en plena oscuridad y soltaron sus bombas sobre un cuartel de policía cercano a la ciudad de Mughraqa, destruyéndolo por completo. Luego fue el sur: aquí, los ataques se concentraron cerca del paso fronterizo con Egipto, en dos puntos considerados estratégicos para el contrabando subterráneo, según informaron voceros militares israelíes. En este último caso, la acción militar fue precedida por llamados con mensajes grabados a los vecinos de la zona en los que una voz les advirtió que debían evacuar sus casas. “Si su casa se encuentra cerca de algún lugar utilizado por los terroristas, evacue la zona de inmediato”, informó la grabación a los palestinos.

Durante la mañana, lanzamientos de mortero impactaron en la región sureña de Shaar Hanegev. Tres proyectiles cayeron en campos abiertos y al menos uno de ellos en las inmediaciones de un jardín de infantes. Los ataques fueron reivindicados por las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, brazo armado del movimiento Al-Fatah.

Estos ataques suceden en momentos en que en Egipto, altas fuentes gubernamentales dejaron trascender que están negociando una tregua de hasta un año con el movimiento islamista Hamas.

A propósito de un acuerdo de este tipo, las aguas están divididas en el gabinete israelí. El primer ministro forma parte de los más duros. “Nunca firmaremos un acuerdo con Hamas”, declaró Olmert al término de la reunión de gabinete. Dicha postura fue apoyada por la canciller, Tzipi Livni, que discutió durante el encuentro con el ministro de Defensa, Ehud Barak, acusándolo de tener una mirada demasiado laxa para con los milicianos. “Sus posturas parecen avalar la idea de un régimen gobernado por Hamas”, acusó Livni. Además, líderes de partidos políticos de ultraderecha también atacaron al jefe de la cartera de Defensa por considerar que no responde suficientemente fuerte a los ataques con morteros al sur del territorio. Pero Barak se defendió. “Les pido que dejen a las fuerzas armadas, a su Comando Sur, y a mí mismo, la decisión de qué hacer frente a los ataques contra nuestro territorio. Honestamente creo que sabemos un poco más que el resto sobre estos temas”, remató el ministro.

Por parte de los palestinos, la posibilidad de una reconciliación entre las distintas facciones se alejó un poco más este fin de semana, cuando Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina (AP) aprovechó una visita al Hospital Palestino en El Cairo para criticar a Hamas. “Continuar con los disparos de cohetes solo provee a Israel de una excusa para seguir a su vez con sus ataques”, indicó el viejo líder. Además, se refirió en particular a la dirigencia del movimiento islamista. “Su conducta durante la ofensiva israelí fue totalmente irresponsable; jugaron con la sangre del pueblo palestino”, aseguró, para finalmente rematar: “Llamar tan fácilmente a resistir cuando ellos, los líderes y sus familias, están a salvo no es responsable”, fustigó.

Tanto Israel como el movimiento islamista Hamas declararon por separado el pasado 18 de enero un alto el fuego unilateral que puso fin a 22 días de enfrentamientos. Desde entonces, ambas partes violaron lo acordado en varias ocasiones.