La Casa Blanca admitió ayer que los problemas fiscales de su candidato a la Secretaría de Salud, Tom Daschle, quien dejó de declarar cerca de 128 mil dólares de impuestos, son un tema serio. “El asunto constituye un error muy grave de parte del señor Daschle”, indicó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en su rueda de prensa diaria. Sin embargo, el ex senador por Dakota del Sur cuenta por ahora con el favor presidencial. “Respaldo absolutamente a Tom y a su candidatura”, señaló Obama en declaraciones a la prensa.

En el mismo sentido y haciéndose eco de las palabras presidenciales, Gibbs remarcó que, pese a todo, Daschle sigue siendo la persona idónea para ocupar esa cartera, que el error se corrigió y si, como espera la Casa Blanca, el Senado acaba por confirmar su nombramiento al frente de la Secretaría de Salud, Daschle se adherirá escrupulosamente a las normativas éticas del gobierno.

Al candidato le vinieron bien las palabras de aliento. Ayer mismo comenzó su audiencia de confirmación en el Senado y nadie en Wa-shington se atreve a vaticinar hasta dónde puede trabar este asunto el nombramiento del candidato a secretario. Por lo pronto, éste se disculpó de entrada. “Estoy profundamente avergonzado y desilusionado por los errores que me obligaron a corregir mi declaración de impuestos. Me disculpo por los errores y me arrepiento profundamente de que hayan tenido que dedicar tiempo a ello”, dijo el ex senador para tratar de apaciguar a los irritados senadores demócratas. “Mis errores no fueron intencionales”, explicó en una misiva dirigida a la Comisión de Finanzas del Senado.

De ser confirmado, Daschle tendrá por delante serios desafíos. Se sabe que Obama ya le pidió, entre otras cosas, que se ocupe de la reforma del sistema sanitario público, denunciado como deficiente por el presidente norteamericano durante su campaña electoral.

Se trata de la segunda ocasión en que un candidato al gabinete de Obama se ve obligado a explicar problemas de impuestos atrasados.