El tema impositivo hizo estragos ayer en Washington cuando dos candidatos de Barack Obama a ocupar puestos clave tuvieron que renunciar al comprobárseles irregularidades con el fisco. Tom Daschle, candidato a ocupar la cartera de Salud, y Nancy Killefer, quien iba a supervisar la ejecución de las cuentas federales, dieron un paso al costado aun antes de asumir. “Acepto las renuncias muy a mi pesar. Ahora hay que seguir adelante y concentrarse en crear empleos para los norteamericanos”, declaró el mandatario estadounidense.

Daschle retiró ayer su candidatura después de que se conociera que había dejado de pagar más de 128 mil dólares en impuestos. Llegó hasta su audiencia de confirmación en el Senado, pero de ahí no pasó. “Necesitamos que la mejor cobertura médica en Estados Unidos esté al alcance de todos. No quiero que mis problemas impositivos distraigan el foco de lo verdaderamente importante”, se excusó el ahora ex candidato. Obama propuso a Nancy Killefer hace menos de un mes en una conferencia de prensa. En ese momento, el presidente estadounidense precisó que Killefer, una consultora en administración de empresas, se de-sempeñaría como jefa de Cumplimiento de Objetivos en la Casa Blanca, un cargo creado por la nueva administración que tiene como misión supervisar la eficiencia en la asignación presupuestaria. Sin embargo, la candidata se bajó antes de largar, no sin antes enviar una carta a la Casa Blanca. “Mis problemas de impuestos podrían servir de distracción e impedir que el gobierno se centre como debe en los graves problemas económicos que afronta el país”, explicó la consultora.

Estas dos renuncias suceden luego del escándalo desatado al momento de la nominación de Tim Geithner como secretario del Tesoro, quien tuvo que devolver al fisco más de 40 mil dólares en impuestos atrasados de su etapa en el FMI. A Geithner sí lo confirmaron.