El Parlamento iraquí aprobó ayer una nueva enmienda a la ley electoral que habilita a la próxima Cámara Legislativa a contar con 325 escaños en lugar de los 323 actuales, con lo que se allanó el camino para las próximas elecciones generales del 2010. La enmienda, que era exigida por el vicepresidente Tarek al Hashemi bajo amenaza de bloquear los comicios, permitiría aumentar la representación parlamentaria de las minorías y los expatriados, puntos sobre los que Al Hashemi había insistido en varias ocasiones. Según el texto enmendado, leído por el vicepresidente de la Cámara, Jaled al Atiya, 310 escaños serán distribuidos entre las 18 provincias, ocho se reservarán a las minorías y otros siete irán a parar a las listas de los partidos con más votos. La propuesta de aumentar el número de bancas formaba parte de una iniciativa de la misión de la ONU en Irak (Unami), a la que Al Hashemi ya se había mostrado favorable. Según fuentes gubernamentales, tanto la ONU como la embajada estadounidense en Bagdad habrían presionado hasta último momento para conseguir la aprobación del texto. De estos comicios, en parte, depende el calendario fijado por Estados Unidos para la retirada gradual de sus tropas en Irak.