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› PALOCCI, EL NUEVO MINISTRO, ANUNCIO UNA POLITICA MIXTA
Brasil con ajuste pero sin hambre
Antonio Palocci, flamante ministro de Hacienda de Brasil, anunció un programa centrado en el ajuste de las cuentas públicas y la erradicación del hambre, mientras Lula cumplía una agotadora jornada diplomática en la que ofreció técnicos petroleros a Venezuela.
“Responsabilidad fiscal y estabilidad” y “ajuste de las cuentas públicas” será el punto de arranque de la política económica que tutelará el flamante ministro de Hacienda, Antonio Palocci, según manifestó ayer en su discurso de toma de posesión. Palocci, un médico ex trotskista y dirigente del tradicional izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), garantizó que no reinventará la economía y que la política económica del nuevo gobierno de Lula da Silva “no generará sorpresas”, aunque estará dirigida a combatir el hambre y mejorar la distribución de la renta. “No todo será dulce”, admitió Palocci. En tanto el nuevo canciller Celso Amorim, nombró como su segundo en Itamaraty al embajador Samuel Pinheiro Guimaraes, anteriormente destituido por la Cancillería por sus posiciones duras contra al ALCA.
“El gobierno que acabó ayer (1º de enero) tiene méritos que no nos avergüenza reconocer. Pero la política de responsabilidad fiscal no es un mérito exclusivo de la anterior administración, así como no lo será de la nuestra”, aseguró Palocci en una ceremonia oficial en la que asumió el cargo en sucesión de Pedro Malán. Palocci, quien estuvo a cargo de la coordinación del programa del PT durante la campaña electoral de Lula, señaló que, pese a manifestar su compromiso con el control de los gastos y de la inflación, las principales metas económicas del gobierno de Lula serán el combate a la pobreza, el fin de las desigualdades y la mejor distribución de la renta. “Vamos a preparar el país para un nuevo momento, el del Estado a servicio de la inclusión social”, expresó el ministro de Hacienda. Para ello es necesario realizar reformas estructurales en el sistema previsional y tributario, para “deshacer trampas” y alcanzar un equilibrio permanente de las cuentas públicas.
El hombre fuerte de la mayor economía de Sudamérica subrayó como objetivo fundamental el ajuste definitivo de las cuentas públicas para garantizar la capacidad del gobierno de financiar sus gastos y cumplir sus obligaciones. En este sentido, el gobierno “luchará por alcanzar el superávit que sea necesario para garantizar el cumplimiento de la deuda pública y de todos nuestros compromisos”. Así, Brasil tendrá condiciones para volver a crecer a los niveles deseados por el PT. Según el actual acuerdo entre Brasil y el FMI, el gobierno debe alcanzar este año un superávit fiscal equivalente al 3,75 por ciento del PBI.
El nuevo ministro expresó que “la pobreza en Brasil tiene una edad y un color: está formada por niños y negros”, y a continuación destacó “el compromiso innegociable de Lula de reanudar el crecimiento”. Con este marco económico, el nuevo presidente iniciará su prioritaria lucha contra el hambre con una gira por el nordeste del país, su región natal y la más empobrecida de Brasil, de la que participará todo su gabinete. La gira se realizará el lunes y martes próximos, y los detalles serán analizados hoy durante la primera reunión de gabinete. Según el diario Folha de Sao Paulo, Lula piensa sortear el problema del financiamiento del plan Hambre Cero a través de una renegociación del último acuerdo con el Fondo.
Asimismo, el ministro Palocci anunció que el presupuesto para este año, aprobado el mes pasado por el Congreso, sufrirá cortes, principalmente en los recursos destinados a las inversiones. El titular de Economía abogó por la concesión de autonomía operativa del Banco Central, y afirmó que el nuevo gobierno pretende enviar una propuesta en este sentido para ser debatida por el Congreso. El partido de Lula no es mayoría en el Congreso. Por tanto, “el gran trabajo que tendremos es hacer alianzas y mayoría”, recalcó el presidente del PT, José Genoino, en entrevista a la televisora Globo. Con sus aliados, el PT alcanza hoy cerca de 240 de los 513 diputados y 30 de los 81 senadores.
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