EL MUNDO › DOS HORAS DESPUES DEL FIN DEL ULTIMATUM, COMENZO LA GUERRA
Empezó la suma de todos los miedos
Con una “operación de precisión” buscando el paradero de Saddam Hussein en Bagdad, empezó la ofensiva de Estados Unidos y Gran Bretaña sobre Irak. George Bush advirtió que “la guerra será más difícil de lo que muchos suponen, pero que “no será una campaña a medias”.
Quince minutos después de la medianoche, el presidente norteamericano George Bush anunció lo que media hora antes había ordenado: la guerra con la que pretende pulverizar a Irak. Fueron apenas cinco minutos de televisión y el mismo gesto satisfecho con el que lanzó el ultimátum de 48 horas a Saddam Hussein, el lunes pasado. “Todos ustedes deben saber que nuestra nación tiene el propósito claro de que no vivir a merced de la amenaza que representa Saddam Hussein. Este conflicto ha llegado, no será una campaña de medidas a medias y no aceptaremos menos que una victoria”, dijo Bush. Pero advirtió: “Puede ser que la campaña sea prolongada, y mucho más difícil de lo que muchos suponen”. Misiles crucero lanzados desde las naves en el Golfo Pérsico, cayeron en Bagdad cerca de las cinco (hora local), sobre “blancos selectos” según palabras del propio Bush, siguiendo información de inteligencia que indicaban la presencia de la dirigencia iraquí en estos objetivos. También hubo ataques con aviones caza. La estrategia sería decapitar lo más rápido posible al gobierno iraquí, y hasta algún “analista” trasnochado habló de la posible muerte de Saddam Hussein. “Seguiremos luchando por la paz”, dijo Bush para cerrar su discurso.
“Queridos compatriotas, en esta hora, las fuerzas norteamericanas y de la coalición están en la primera etapa de las operaciones militares para desarmar a Irak, la libertad de su gente y defender al mundo de un grave peligro”, declaró Bush. También aclaró que “no tenemos ninguna ambición sobre Irak”. Y no perdió el tiempo para señalar la maldad de su enemigo que jamás le declaró la guerra. “En este conflicto, el enemigo no aceptar las normas convencionales de guerra. Esta puede ser una campaña prolongada y difícil, pero se va a tratar de proteger a los civiles inocentes. Sabemos que Saddam usan mujeres, niños y hombres para proteger sus tropas. Saddam puso objetivos militares entre la población civil, y trataremos de disminuir la muerte de inocentes”, explicó.
La operación “Libertad Iraquí” de pronto se cruzó con la operación “oportunidad”. Así lo describieron fuentes del Pentágono a la cadena CNN y así pareció decirlo el presidente Bush. De acuerdo a una información de inteligencia norteamericana, Saddam Hussein se encontraba en un edificio identificado en Bagdad. Como una metáfora de la precisión que las Fuerzas Armadas norteamericanas dicen poseer para llevar a cabo el ataque, el primer ataque de la ofensiva que arrasará a Irak fue un misil crucero contra un punto específico de Bagdad, ayudado por aviones caza F-177A Stealth. “Se trató de un blanco de oportunidad. Era algo suficientemente importante como para atacarlo a pesar de que no estaba previsto hacerlo”, explicaron las fuentes. Como parte de la campaña de desinformación que lanza el gobierno norteamericano, algunos analistas comenzaron a hablar de la muerte de Saddam Hussein.
Luego del “ataque de precisión”, vinieron los primeros bombardeos sobre Bagdad con misiles crucero lanzados desde el Golfo Pérsico y aviones cazas F-177A Stealth que atacaron distintos puntos de la capital iraquí. Las explosiones comenzaron siendo esporádicas y en pocos minutos se fueron haciendo constantes en toda la ciudad. “Nuestros adversarios no tienen la más pálida idea de lo que caerá sobre sus cabezas”, había declarado más temprano el responsable de Estrategia del Pentágono, el coronel Gary Crowder. “La guerra contra Estados Unidos no tendrá fronteras, pues en ella participarán cientos de millones de musulmanes en todo el mundo”, le respondió el embajador iraquí en Moscú, Abbas Jalaf, en lo que constituye un llamado a la jihad (guerra santa).
Durante el día, la desinformación fue constante. La agencia oficial rusa Itar-Tass había informado que el viceprimer ministro de Irak, Tarek Aziz, había sido asesinado cuando intentaba huir de Bagdad, algo publicado a su vez por un canal árabe de televisión. Claro que prácticamente a la misma hora, el mismo Aziz decía que el ultimátum dado por Bush “es impracticable”. Washington asegura que cuenta con el apoyo de 45 gobiernos. Pero varios de sus aliados clave, como Italia, España y Arabia Saudita confirmaron ayer que no darán ayuda militar. El gobierno de Turquía pretende conceder por ahora a Estados Unidos el derecho de utilizar solamente “el espacio aéreo” para eventuales operaciones militares contra su vecino Irak, según anunció el portavoz del gobierno turco, Cemil Cicek. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que la moción del gobierno al Parlamento que se votará hoy no incluirá el uso de las bases aéreas turcas por parte de aviones de Estados Unidos ni el despliegue de tropas. Hungría no enviará unidades armadas a Irak y no declarará la guerra al estado árabe, aseguró por su parte su jefe de gobierno, Peter Medgyessy, en la reunión de la comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores. Medgyessy recordó que su país ha colaborado con los aliados en autorizar el uso de su espacio aéreo, de sus vías terrestres de comunicación para presionar a Irak, como también para asegurar la defensa de Turquía.
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, afirmó ayer que el régimen iraquí tiene mucha culpa por la situación en la que se encuentra la región en la actualidad: “Irak cometió una serie de errores que ayudaron a que creciera la crisis por su supuesta posesión de armas de destrucción masiva y la amenaza de un nuevo conflicto militar en la zona”, agregó el presidente.