EL MUNDO › MAS MISILES CAYERON EN AREAS RESIDENCIALES Y LAS TROPAS DE EE.UU., SIN AGUA
Cuando los “errores” se cuentan por miles
Mientras los iraquíes prometen más atentados suicidas, las tropas norteamericanas están cada vez más desabastecidas. La ofensiva angloamericana continúa bajo la forma de bombardeos, que azotaron a Bagdad en tres ráfagas sucesivas. Un misil cayó sobre un área residencial y dejó muertos y heridos.
Tres ráfagas de bombardeos sobre Bagdad y más bombardeos sobre Basora en el sur, y Mosul y Kirkuk en el norte. Los mismos “problemas” de siempre: uno de los misiles cayó en un barrio residencial. Otro cayó en el Centro de Comunicaciones Al Salhiya, donde todos los heridos fueron civiles. Y según el diario británico Sunday Times, soldados norteamericanos mataron a 12 civiles que cruzaban un puente cerca de Nasiriya. Mientras las bombas siguen cayendo provocando los famosos “daños colaterales”, las tropas de vanguardia de Estados Unidos en Irak siguen detenidas a 80 kilómetros de la capital iraquí, donde está establecido el primer anillo de defensa de la Guardia Republicana, sin sus raciones de agua y comida, y sin stock de combustible y municiones. Además, tres soldados norteamericanos murieron en un accidente de helicóptero en el sur de Irak.
Nuevos bombardeos volvieron a golpear blancos civiles en Bagdad. Un misil cayó anoche en el barrio residencial Al Karrada, en el centro de la ciudad. Según el canal qatarí Al Jazeera, hubo varios muertos y heridos, pero no dio ninguna cifra. Las autoridades iraquíes no confirmaron esta información. El misil destruyó los comercios y viviendas de la calle Yasser Arafat, donde hubo dos incendios importantes. Un rato después, un misil alcanzó el complejo del palacio presidencial de la República, en el centro de la ciudad. Un gran hongo de polvo y humo se elevó sobre el complejo, que ocupa varias hectáreas. Más tarde, otro misil impactó cerca del Ministerio de Información. No es la primera vez que este edificio es bombardeado, así que el centro de prensa del gobierno iraquí fue trasladado al hotel Palestine, donde desde hoy se harán las conferencias de prensa de las autoridades iraquíes. Durante los bombardeos de ayer, las mezquitas transmitían por altoparlantes versos del Corán para calmar el miedo de la población, mientras las defensas antiaéreas iraquíes disparaban contra los aviones que sobrevolaban la ciudad. El ministro iraquí de Comercio, Mohamad Mehdi Salé, acusó a las fuerzas angloestadounidenses de haber bombardeado “depósitos de alimentos y destruido 76 mil toneladas de alimentos”.
En Washington, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, negó ayer las versiones de que impuso su voluntad sobre las de los militares que planearon junto a él la estrategia de la guerra en Irak. Según la revista New Yorker, Rumsfeld rechazó los consejos de los estrategas del Pentágono, que sugerían que eran necesarias más tropas y equipo para la guerra en Irak, e impuso su idea de utilizar una fuerza relativamente pequeña, ligera y maniobrable. Mientras, el jefe del Estado Mayor norteamericano, general Richard Myers, anunció ayer que no apurará el avance de sus tropas hacia Bagdad. “Estados Unidos no pondrá en peligro ni a sus soldados ni a la población civil iraquí con una actuación precipitada”, señaló Myers.
Según él, las unidades de Estados Unidos se encuentran detenidas a sólo 80 kilómetros de la capital del país, así que “podemos permitirnos ser pacientes”, dijo Myers. Pero en los últimos días, según informes de prensa coincidentes, a las tropas de la Infantería de Marina estadounidense les falta comida. Normalmente, cada soldado recibe dos raciones de comida por día. Ahora, esas raciones deben durarles 36 horas. En la Tercera División de Infantería se redujeron considerablemente las provisiones de agua, combustible y municiones. Además, los helicópteros angloestadounidenses tuvieron que volar de emergencia a Kuwait para buscar granadas. Los militares estadounidenses habían previsto problemas en el abastecimiento de sus tropas. Pero no esperaban la fuerte resistencia de los paramilitares iraquíes en el sur del país.
Tres soldados estadounidenses murieron y uno resultó herido en un accidente de helicóptero en el sur Irak, indicó ayer el Pentágono. “Parece que fue un accidente”, dijo el teniente coronel David Lapan, vocero del Pentágono. Este fue el más grave de los seis accidentes de helicópteros de las fuerzas estadounidenses ocurridos en la última semana. La región de Abu al Jasib, al sudeste de Basora, fue bombardeada anoche. “Se oyeron explosiones y la defensa antiaérea iraquí entró en acción”, informó AlJazeera. Basora fue escenario de intensos combates entre las fuerzas iraquíes y las tropas angloestadounidenses. Pero el comandante británico, el general de brigada Graham Binns, declaró ayer que no planea tomar la ciudad. “No voy a entrar en Basora y crear un nuevo Estalingrado”, dijo ayer, refiriéndose a la que fue una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial y la hambruna que sufrieron los habitantes de esa ciudad rusa durante la contienda. De todos modos, los tanques británicos entraron ayer por primera vez al centro de Basora, donde derribaron dos estatuas de Saddam, destruyeron varios tanques y luego se retiraron. “El objetivo es psicológico”, dijo el vocero militar británico Chris Vernon. También hubo ataques en las ciudades kurdas de Mosul y Kalak, al norte de Irak.
El diario británico Sunday Times informó que soldados estadounidenses mataron ayer a 12 civiles, entre ellos mujeres y niños, cerca de la ciudad de Nasiriya. Los civiles fueron atacados cuando cruzaban en varios autos un puente, probablemente para escapar de los combates. Según el diario, el error de las víctimas fue cruzar un puente estratégico para las líneas de reaprovisionamiento angloestadounidenses y correr hacia un grupo de infantes de Marina “muertos de miedo que tenían órdenes de disparar contra todo lo que se moviera”.