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El ex presidente de Chile Ricardo Lagos advirtió durante la ronda de reuniones propuestas por el actual mandatario, Sebastián Piñera, que no se pueden sacar cálculos mezquinos. Lagos se refirió en esos términos a la posibilidad de reformar el sistema electoral chileno, al que, sin demasiados eufemismos, calificó como un cáncer. Piñera recibió ayer al ex presidente socialista, dos días antes de lo planeado, en la sede gubernamental de La Moneda, durante el segundo encuentro con ex presidentes convocado por el jefe de Estado para consensuar reformas políticas e institucionales que se implementarían a partir del próximo año. La necesidad de llevar adelante estas modificaciones políticas quedó puesta de manifiesto tras las numerosas y masivas protestas por demandas no sólo en el sistema educativo, sino también en otras áreas.

Después de reunirse con el demócrata cristiano Patricio Aylwin, el primer presidente luego de la dictadura, Piñera señaló que en la reunión que mantuvo con Lagos se habló de cómo seguir perfeccionando la democracia, a la que consideró un ente vivo. Estos encuentros se suceden en momentos donde las críticas alcanzan por igual tanto al gobierno como a la oposición, con sondeos que indican un alto desprestigio de ambos sectores, y ante el derrumbe de la imagen presidencial, que ha alcanzado pisos históricos. De hecho, este año se produjeron en Chile múltiples protestas por temas educacionales, ambientales, civiles y regionales que socavaron los niveles de apoyo a Piñera.

Las reformas, que podrían influir y transformar el equilibrio político en los comicios municipales de 2012 y en las elecciones generales de 2013, buscan elevar la participación ciudadana en las urnas. En Chile, donde se acaba de aprobar una ley de inscripción automática que otorgó voto a 4,7 millones de personas, existe un sistema binominal, que altera las mayorías y minorías. El sistema electoral chileno, impuesto por la dictadura pinochetista, establece que en cada circunscripción electoral se eligen dos representantes, pero para que una misma fuerza obtenga ambos escaños debe duplicar en cantidad de votos a su oponente.

Es decir, si un postulante saca 60 por ciento de los votos y su antecesor 31, entonces ambos son elegidos como si hubieran cosechado la misma cantidad de apoyos. Además existen dese-quilibrios en la ponderación de los votos. La Región Metropolitana, con cuatro millones de electores, elige cuatro senadores. Mientras que la región de Aysón –con 80 mil votantes– elige dos, la mitad de la capital.

Lagos dijo que estaba absolutamente disponible para sentarse a una mesa que discuta la manera de reemplazar el sistema binominal. “No para discutirlo, porque después de 23 años es suficiente discusión”, señaló el ex mandatario, y recordó que durante su administración, la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) frenó la posibilidad de avanzar en ese sentido.