Desde Roma

Si alguien pensaba que la profesión de leguleyo seguía siendo una de las más redituables, los datos sobre los ingresos de la ministra de Justicia italiana en 2010, trabajando como abogada, podrían darle razón. Las declaraciones de réditos de 2011 de los ministros de Mario Monti fueron publicadas desde ayer en los portales oficiales del gobierno y muchos, al verlas, se quedaron sin aliento.

La ministra de Justicia, Paola Severino, en efecto, se ganó la corona como la ministra más rica del gabinete Monti. En su declaración de réditos de 2011 (referida a los introitos de 2010) sumó un total de siete millones de euros de ingresos. Pero según la misma declaración pagó cuatro millones en impuestos. En la declaración aparecen además dos automóviles, un barco y acciones además de casas. Pero las ganancias son al parecer por su trabajo de abogada principalmente. Ahora deberá conformarse con un sueldo bruto de ministra de Justicia de 195.225 euros.

Severino, napolitana, recibida en la Universidad La Sapienza, de Roma, en 1971, se especializó y fue profesora de derecho penal. Ha defendido a personajes famosos y dado asistencia legal a empresas importantes como ENI, Enel y Telecom. Entre otros, representó a la comunidad judía italiana en el juicio contra el ex capitán nazi Erich Priebke, extraditado de Argentina en la década del ’90 y procesado en Roma por la matanza de las Fosas Ardeatinas.

“Quien gana, pero paga sus impuestos, no es un pecador y debe ser mirado con benevolencia, no con envidia”, comentó Severino sobre la publicación, recordando además que ella misma estuvo de acuerdo con Monti para que se dieran a conocer los ingresos de los ministros.

La publicación de las declaraciones de réditos de los miembros del gabinete fue impulsada por el primer ministro a fin de ofrecer a la gente la posibilidad de ver claro y evitar que alguno pudiera suponer que los jefes de las distintas carteras se enriquecieron desde que llegaron al gobierno. De hecho, la gente podrá comparar las declaraciones publicadas, todas de 2011, con la que deberán presentar en los próximos meses y donde ya aparecerá su retribución como ministros. Pero todavía faltan algunos ministros en la lista de los “transparentes”, incluso el mismo Monti y la ministra de Trabajo, Elsa Fornero.

Segundo en la clasificación de los más ricos se colocó el ministro del Desarrollo Económico, Corrado Passera, que en 2011 declaró un rédito total de 3,5 millones de euros. Passera tiene acciones y propiedades, entre ellas un departamento en París de 150 metros cuadrados. El ministro, que anunció haber dejado todos sus cargos desde que asumió, deberá conformarse este año con un sueldo bruto anual de 189.767 euros más 42.000 euros de viáticos. Passera estudió en Italia y en Estados Unidos Administración de Empresas. Se desempeñó en distintos grupos editoriales como Mondadori y Espresso, pero desde 1996 prácticamente se dedicó a la actividad bancaria siendo, primero, administrador del Banco Ambrosiano Veneto, y luego del Banca Intesa y del posteriormente creado Intesa-San Paolo. En el gabinete Monti ha sido muy criticado por algunos al ser considerado un exponente del mundo bancario.

La ministra del Interior, Anna Maria Cancellieri, que tiene una larga carrera como funcionaria del Ministerio del Interior, declaró en 2011 un rédito total bruto de poco más de 183.000 euros, pero posee una larga lista de inmuebles de mayor y de menor envergadura, algunos en copropiedad. Trece en total para ser más precisos y once terrenos. Su sueldo ahora no variará esencialmente.

Ninguno de los restantes ministros, incluido el ministro del Exterior y ex embajador en Washington Giulio Terzi, declararon menos de 200.000 euros de ingresos en 2010 pero, curiosamente, el ministro del Turismo, Piero Gnudi –el tercero más rico hasta ahora–, declaró haber ganado 1,7 millón de euros, pero al parecer todavía debería pagar al fisco 713.000 euros en calidad de impuestos.

La página de Internet del Consejo de Ministros, donde fueron publicadas todas las declaraciones, se bloqueó ayer a la mañana por la cantidad de gente que quería ver con sus propios ojos algo que nunca había ocurrido en un gobierno italiano: la “confesión” hecha al fisco por cada uno de sus integrantes. Los comentarios de la gente en la web no fueron tiernos y a veces muy dispares. “¡Muy bien!”, dijo uno, aplaudiendo la iniciativa, mientras otros se preguntaron: “¿Cómo hacen para ganar tanto dinero?”.