El presidente estadounidense, Barack Obama, entonó el estribillo de “Sweet Home, Chicago” en un concierto de blues en la Casa Blanca en el que participaron, entre otros, Mick Jagger y B. B. King. Mick Jagger y un puñado de leyendas del blues celebraron anoche un concierto de blues, en el marco del mes de la herencia negra en Estados Unidos. Entre otros, estaban los guitarristas Jeff Beck y B. B. King, que a sus 86 años llegó en una silla de ruedas con su clásica guitarra en manos. Obama, empujado por la gloria del blues Buddy Guy y por Mick Jagger, quien le entregó el micrófono, y ante los aplausos de los presentes, cantó los tres versos del estribillo del clásico “Sweet Home, Chicago”. El tema, que hizo famoso Robert Johnson –el célebre blusero que según la leyenda le vendió el alma al diablo para aprender a tocar la guitarra– es una oda a la ciudad de adopción del presidente estadounidense. Hasta el propio cantante de los Stones se mostró sorprendido con las dotes vocales de Obama.