El conflicto abierto entre un sector de la prensa ecuatoriana y el presidente de ese país parece haber cerrado un capítulo. Es que Rafael Correa anunció ayer que desestimaba la condena de cárcel y multa a tres directivos y un ex editor del diario El Universo por injurias contra su persona. “He decidido perdonar a los acusados concediendo la remisión de los condenados”, afirmó Correa durante la lectura de una carta pública en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno, ante gran cantidad de asistentes, transmitida en vivo por el sitio de la agencia de noticias Andes. “Aunque sé que muchos quieren que no se haga ninguna concesión a quienes no lo merecen, así como tomé la decisión de iniciar este juicio he decidido ratificar algo que hace tiempo estaba decidido en mi corazón y que decidí también con familiares, amigos y compañeros cercanos: perdonar a los acusados, concediéndoles la remisión de las condenas que merecidamente recibieron”, agregó el mandatario y resaltó que con el proceso judicial no buscó mandar preso ni multar a nadie.

Correa también adelantó que desistirá de la demanda entablada contra los autores del libro Gran Hermano, de los periodistas Juan Carlos Calderón y Cristhian Zurita. En este sentido, sostuvo que en ese libro se afirma “de la forma más infame” que él “conocía de los ilegales contratos de (el empresario) Fabricio Correa, y que la terminación de los mismos era una simulación para beneficiarlo por medio de los juicios millonarios que efectivamente puso, y que el Estado poco a poco va ganando”. Según el jefe de Estado, el libro de Calderón y Zurita, en el que se acusa al hermano del mandatario de corrupción, “es una nueva prueba de la mediocridad y falta de decencia de ciertos periodistas que desfoga, a través de supuestas investigaciones, todo su odio”.

“La prensa abusiva ha sido vencida, esa prensa que ante la derrota contundente de la derecha y los grupos conservadores se ha convertido en un actor político beligerante contra los gobiernos progresistas y que arremete en forma ilegítima, deshonesta, prepotente contras las conquistas democráticas de nuestros pueblos”, sentenció el presidente ecuatoriano. Si bien destacó que había perdón, durante su discurso dijo que no habrá olvido y que es necesario aprender del presente y de la historia, luchar por una verdadera comunicación social en la que los negocios privados sean la excepción y no la regla, y donde la libertad de expresión sea un derecho de todos y no el privilegio de oligarquías que heredaron una imprenta para ponerla a nombre de empresas fantasmas en islas Caimán, en clara alusión al diario El Universo.

Luego Correa consideró que al haberse ratificado la responsabilidad contra los directivos de El Universo en tres instancias, se lograron tres objetivos: demostrar que el medio mintió y no corrigió su mentira, evidenciar que los responsables eran los propios directivos del medio, y que los ciudadanos superen el miedo de demandar por los excesos de la prensa. A su turno resaltó que “esta lucha fue por la verdad, y no como han querido hacer parecer, por coartar la libertad de expresión y para lucrar”. En su momento, el jefe de Estado había interpuesto la demanda privada a raíz de una columna del ex editor Emilio Palacio, en la que se lo acusaba de haber ordenado disparar a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles, donde se encontraba durante la rebelión policial que se llevó a cabo en septiembre de 2010.

La directora encargada de El Universo, Nila Velázquez, dijo que la remisión (perdón) concedida por Correa a la condena de tres años de prisión y el pago de 40 millones de dólares al medio, sus directivos y a Palacio es una potestad legal del mandatario, pero admitió que hay alivio. En declaraciones a la Agencia Andes, Velázquez dijo que “el presidente utilizó un recurso legal que existe en Ecuador, en un caso que llamó la atención de la opinión pública del país, decisión que nosotros respetamos”. Indicó además que una vez que el perdón presidencial llegue a la función judicial y se conozca el archivo del caso, los directivos y el diario se pronunciarán con respecto a la postura que mantendrán a futuro.

El director del periódico, Carlos Pérez (refugiado en la embajada de Panamá en Quito), los subdirectores César y Nicolás Pérez, y Palacio fueron sentenciados, en la máxima instancia, a tres años de cárcel y al pago de 40 millones de dólares por injurias calumniosas a Correa. Por intermedio de su canciller Roberto Henríquez, el gobierno panameño informó que está dispuesto a mantener el asilo a Pérez si, más allá del perdón presidencial, el directivo de El Universo decide abandonar Ecuador, según informó la agencia Andes.

Por su parte, el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño dijo que Carlos Pérez puede regresar tranquilo a su casa. “Ojalá que cuando regrese ya comiencen a ser respetuosos con la honra ajena, que empiecen a informar la verdad y no a publicar patrañas a través del periódico”, señaló el funcionario. Patiño adelantó que Ecuador acudirá a la audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), prevista para el 28 de marzo, pese al anuncio del presidente Rafael Correa de acogerse a la figura jurídica de la remisión. “Vamos a responder la comunicación y participaremos en la audiencia en Washington, para dejar en claro los atropellos que se están cometiendo incluso desde la misma CIDH”, apuntó Patiño, según la agencia de noticias Andes. La CIDH emitió el 21 de febrero un comunicado en el que informaba del otorgamiento de medidas cautelares para los directivos del diario ecuatoriano y solicitó al gobierno se suspendan de inmediato los efectos de la sentencia de primera y segunda instancia ratificada el 15 de febrero por la Corte Nacional de Justicia.