EL MUNDO › REUNION TELEVISADA CON LOS PROTAGONISTAS DEL GOBIERNO DERROCADO
El líder venezolano fue más allá al rastrear el origen del golpe mediático-militar que depositó por dos días al presidente de Fedecámaras Pedro Carmona y dijo que se remonta a la década de los ochenta y noventa. Revelaciones sobre ese suceso.
En el segundo día de la conmemoración por los diez años de la asonada al gobierno de Hugo Chávez que terminó con 19 muertos y el restablecimiento del orden democrático tres días después, el presidente recordó el golpe.
“En enero de 2002 llegó una información de un país centroamericano sobre un grupo de terroristas que estaban siendo entrenados para venir a Venezuela, a hacer lo que hicieron”, reveló ayer Chávez desde su despacho del Palacio de Miraflores en Caracas. En ese mismo lugar, el 11 de abril de 2002, Chávez fue obligado a desalojar el lugar y fue posteriormente secuestrado por un sector de las fuerzas armadas, aliadas a la junta de gobierno empresarial golpista. De allí fue llevado a la isla La Orchila, tras los asesinatos perpetrados por francotiradores en las inmediaciones del Palacio.
El mandatario llevó a cabo una reunión televisada con protagonistas que estuvieron presentes en aquel gobierno, para hacer un racconto de los sucesos de aquel abril. La charla se realizó con el periodista José Vicente Rangel; el ministro para la Defensa, Henry Rangel Silva; el vicepresidente Elías Jaua, el canciller Nicolás Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, los ministros Jorge Giordani, titular de Planificación, e Iris Varela, de Servicios Penitenciarios, así como el general Pérez Arcay y los gobernadores de Vargas, Jorge García Carneiro, y de Barinas, Adán Chávez, hermano del mandatario.
Rangel fue el primero en discurrir sobre los acontecimientos que rodearon aquel golpe mediático-militar-empresarial. “Los golpistas tenían tres planes. El primero era asesinarte ese día”, le dijo al presidente. “La marcha opositora iba a concluir con un asalto al Palacio”, dijo Rangel agregando que este plan inicial se frustró por la defensa del pueblo que evitó la llegada de los grupos policiales a la avenida Urdaneta. “El segundo fue el golpe, y cuando fracasó el golpe también, el tercer plan fue el sabotaje petrolero”, le informó Rangel. La asonada fracasó el 14 de abril de 2002, cuando el ejército le retiró todo el apoyo al gobierno anticonstitucional de facto y se dispuso a liberar a Chávez y devolverlo al poder.
La primera reflexión del comandante fue para los venezolanos que perdieron la vida en las adyacencias de Miraflores en manos de francotiradores, que desde terrazas disparaban a manifestantes opositores y pro gubernamentales. Dijo que gracias al pueblo que lo defendió, los llamados “Guardianes de Chávez”, se frustró la intención golpista de llegar a tomar el Palacio. “El pueblo es sabio y los vientos eran tan fuertes que el huracán se presentía”, dijo el presidente. “Son mártires quienes murieron para salvar la vida a este soldado”, afirmó reiterando el reconocimiento póstumo de los caídos. “Yo recuerdo que cuando me informan que hay muertos me pasan un papel y suspendo la cadena, luego me explican. Yo iba a salir allá”, explicó sobre su intención de acompañar al pueblo en la tarima que estaba instalada al frente de Miraflores. “Lo que faltó fue que me amarraran, me dijeron ‘si sale usted, lo matan’”, recordó cuando le informaron que a esa hora ya habían capturado a algunos de los francotiradores que dispararon tanto a defensores bolivarianos como a manifestantes de oposición. “Estaban esperando que me asomara en la tarima para liquidarme”, acotó el jefe de Estado. Con respecto a los francotiradores, Chávez dijo que no contaban con pruebas, pero que a fines de 2001 y comienzos de 2002 su gobierno había recibido información que no pudieron verificar, acerca de la gestación de un golpe que finalmente ocurrió en abril de ese año.
“No logramos detectar la amenaza, pero la información era cierta”, explicó al considerar lo ocurrido con los francotiradores. Chávez dijo que, según la información recibida, uno de los que estaban siendo entrenados, cuando se enteró de que la misión era venir a Venezuela a matar a venezolanos y al presidente, ese mismo día desapareció. “Eso nos dijeron. El dio alguna información, no toda, pero sin duda era un montaje y, como tú dices, Rangel, ese primer plan fracasó gracias al pueblo”, aseveró.
Chávez fue más allá al rastrear el origen del golpe mediático-militar que depositó por dos días al presidente de Fedecámaras Pedro Carmona, y dijo que se remonta a la década de los ochenta y noventa. “Habrá que colocar como antecedente aquellos planes golpistas de la burguesía y sus ramificaciones militares”, dijo sobre las pretensiones de la oligarquía criolla de acceder al poder directamente, de-salojando a los partidos tradicionales a través de lo que se conoció entonces como Grupo Santa Lucía y otras asociaciones burguesas. Dijo que aquel plan comenzó a fraguarse desde el 6 de diciembre de 1998, cuando logró la presidencia con el 60 por ciento de los votos.
Chávez exhibió un crucifijo que tenía el 13 de abril de hace 10 años, que recibió del general Pérez Arcay y exhortó a mantener la unidad. También advirtió a la oposición golpista a no equivocarse de nuevo, recordándole, otra vez, que la Revolución Bolivariana es pacífica pero armada. “Qué suerte tengo, secuestrado, casi asesinado, y contar con la masa de pueblo y soldados. Hubiera querido yo que esa suerte fuera para Bolívar, quien se quedó sin pueblo y soldados.” “Qué puede hacer un pobre hombre solo”, lo parafraseó.
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