EL MUNDO › ACUERDO ENTRE ALEMANIA E ISRAEL

Operación Sanson

Un nuevo escándalo asoma en el cielo europeo y promete salpicar la relación entre dos países que supieron estar enfrentados en el pasado por la locura del nazismo. “Operación secreta Sanson, cómo Alemania abastece al poderío nuclear de Israel”, tituló en su último número Der Spiegel. La edición del semanario alemán lleva en su tapa una ilustración con un fotomontaje que reúne a la canciller alemana Angela Merkel con su par Benjamin Netanyahu y un submarino que se mantiene a flote en el mar. De acuerdo con ese medio, los hasta ahora últimos tres submarinos entregados a Israel –a los que hasta 2017 se sumarán otros tres– disponen de un nuevo sistema hidráulico que permite accionar cabezas nucleares. Hasta el momento, Berlín salió a defender esas entregas por tratarse de un acuerdo de colaboración bilateral que se encontraría por encima de las denuncias de ONG internacionales afirmando que los submarinos son susceptibles de ser equipados con armamento nuclear. El vocero del gobierno alemán, Steffen Seibert, defendió el envío de submarinos a Israel y recordó que esta operación mantiene una línea de continuidad con los convenios desarrollados por los anteriores gobiernos de su país.

“La entrega de los submarinos es sin armamento. El gobierno no entra en especulaciones acerca de su posterior equipamiento de armas”, señaló el portavoz, en declaraciones recogidas este fin de semana en la edición digital del semanario. Desde la oposición socialdemócrata, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Rolf Mitzerich, hizo un llamamiento para que la denuncia publicada por Der Spiegel se investigue. Y dijo que, por el momento, se había justificado el envío de esos suministros con la plena convicción de que eran portadores de armas convencionales. El tema de los submarinos ocupó toda la portada de la edición en papel del semanario alemán. En la nota de tapa se aportan declaraciones del ex secretario de Defensa. Lothar Rahl, quien asegura que Berlín es consciente desde hace tiempo del destino que Israel los da a los submarinos.

El medio afirma, asimismo, que al menos desde 1961 el Ministerio de Exteriores alemán está informado de los planes atómicos israelíes. Ya en 1977, el entonces canciller socialdemócrata Helmut Schmidt abordó la cuestión del programa nuclear junto a su par Moshe Dayan. Los submarinos, del modelo Dolphin con motor diesel-eléctrico, son construidos en los astilleros Kiel, ubicados en el norte de Alemania, y financiados en buena parte por ese país como parte de su cooperación bilateral con el Estado israelí.

Se trata de un modelo que Alemania exporta a más de diez países desde hace más de una década –aun bajo al gobierno del socialdemócrata-verde Gerhard Schröder– y con una autonomía de navegación de hasta 1500 kilómetros. Berlín cuida con especial atención sus relaciones con Israel, como parte de su responsabilidad histórica hacia ese Estado, y observa una extrema cautela frente a cualquier crítica a esa política. Der Spiegel también cita en su edición al ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, según el cual los alemanes están orgullosos de poder colaborar en garantizar la existencia del Estado israelí. El contrato para la segunda partida de tres submarinos fue materializado recientemente por Merkel. Alemania aportará una tercera parte de su financiación (135 millones de euros), en una operación vinculada con que Israel frene la construcción de nuevas colonias en Cisjordania.

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