El Partido Popular (PP) del presidente José María Aznar perdió terreno ayer en las elecciones municipales y regionales españolas, pero se quedó con la alcaldía de Madrid. Pese al desgaste que tiene el partido gobernante en algunas regiones, el mapa político municipal y regional no sufrirá cambios radicales. Salvo en la comunidad de Madrid, donde la izquierda parecía arrebatarle el parlamento regional al PP, el electorado no reaccionó al apoyo incondicional de Aznar a Estados Unidos en la guerra en Irak, como predecían las encuestas. Para Aznar, esta votación es la última prueba para su partido, ya que aseguró que el año que viene no se presentará como candidato a la presidencia. En cambio, éste es el primer ensayo para la esperanza del Partido Socialista Obrero Español (PSOE): José Luis Rodríguez Zapatero.
El PP de Aznar seguirá gobernando en la mayoría de las alcaldías del país pese a que su rival, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), consiguió el 1 por ciento más de votos en las elecciones municipales y regionales que se celebraron ayer. “Es un buen comienzo. Nuestro trabajo a partir de mañana se hará pensando en el 2004”, dijo Rodríguez Zapatero, en alusión a que esta contienda fue un testeo para las elecciones generales. Los últimos recuentos indicaban que el PSOE se alzó con más del 34,86 por ciento de los votos en todo el país, mientras que el PP alcanzó el 33,81 por ciento. La tasa de participación ascendió al 67 por ciento de los españoles empadronados que fueron a las urnas para elegir a los alcaldes de 8111 ayuntamientos. Además, 13 de las 17 regiones renovaron sus parlamentos –no hay elecciones parlamentarias en el País Vasco, Cataluña, Galicia y Andalucía–. El secretario general del PP y ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, dijo que su partido “ha ganado las elecciones en la gran mayoría de las capitales españolas. Somos la primera fuerza política en alcaldes y concejales. Y en otras ciudades hemos aumentado la mayoría”.
En Madrid, el PP obtuvo el 50,42 por ciento de los votos, que le otorgan 30 de los 55 concejales que forman el gobierno municipal. Los socialistas ganaron 21 ediles y la Izquierda Unida (IU), cuatro. El actual presidente del gobierno regional de Madrid y candidato por el PP a la alcaldía madrileña, Alberto Ruiz Gallardón, subrayó que su partido “ha obtenido la mayoría absoluta en la ciudad de Madrid”. La derrotada en la batalla por la capital fue la candidata del PSOE, Trinidad Jiménez, que logró el 37,34 por ciento de los votos y 22 concejales. Jiménez felicitó a su rival del PP: “Ha ganado bien y limpiamente”. Y destacó que “la grandeza de la democracia es que, sea cual sea el resultado, siempre ganan los ciudadanos”. En Madrid, el tercer lugar fue para la IU, con el 7,33 por ciento de los votos. Ganó cuatro concejales, uno menos de los que tenía hasta ahora. A pesar de que el PP es el partido con más respaldo, podría perder la mayoría del parlamento de la Comunidad de Madrid, hasta ahora dirigida por Ruiz Gallardón. Es que los socialistas lograron 50 escaños y la IU, nueve. Y estos dos partidos podrían formar una coalición.
En Barcelona, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) obtuvo 15 concejales y mantendrá la alcaldía de la capital catalana. En el País Vasco, donde sólo se celebraron municipales, por primera vez en 25 años no se presentaron candidatos independentistas radicales. La Justicia española prohibió sus listas por considerarlas vinculadas con la organización terrorista ETA. Y los separatistas reivindicaron 150 mil votos anulados de sus electores, a los que pidieron votar de esta forma en repudio a esta medida. En Bilbao, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) obtuvo la alcaldía y en Vitoria empató con el PP. Y los socialistas lograron retener San Sebastián.
En cambio, el PP perdió dos ciudades que le eran leales: Zaragoza y Toledo. Aparentemente, en Galicia, la catástrofe ecológica desatada por el hundimiento del buque petrolero “Prestige” no provocó demasiados daños en el PP, que sólo perdió 140 concejales. Este partido también se mantuvo ensus feudos tradicionales como Valencia, Murcia, Castilla y León y La Rioja. El PSOE logró mantener su poderío en Extremadura y Castilla La Mancha. Para ese partido, las elecciones de ayer sirven para medir su gestión como la principal oposición al PP y la oportunidad de perfilarse como alternativa de gobierno para las elecciones presidenciales del 2004.