Mar 30.10.2012

EL MUNDO  › EL ENCUENTRO ENTRE EL JEFE DEL EJECUTIVO ESPAñOL Y EL PREMIER ITALIANO

Rajoy y Monti, muy austeros

Ambos rechazaron la creación de un supercomisariado europeo con control sobre los presupuestos nacionales de la Zona Euro. Pero también defendieron la política de ajuste que hoy es dogma en el bloque regional.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Mario Monti, rechazaron ayer la creación de un supercomisariado europeo con control sobre los presupuestos nacionales de la Zona Euro. Al mismo tiempo descartaron que fueran a solicitar un rescate soberano para sus respectivos países. Tras una cumbre bilateral en Madrid, Rajoy reiteró en conferencia de prensa junto a Monti que no pedirá la intervención del Banco Central Europeo (BCE) para que compre deuda soberana del país en el mercado secundario. Según el jefe del Ejecutivo español, “en este momento la intervención no es imprescindible para los intereses generales de España”. Del mismo modo, Monti aseguró que no piensa que Italia tenga que poner en marcha ese instrumento.

En cambio, los líderes de España e Italia coincidieron en reclamar la aplicación de los acuerdos aprobados en junio en el seno de la Unión Europea para poner en marcha una unión bancaria y avanzar hacia la unión fiscal. Además, insistieron en que la Eurozona debe utilizar todos los instrumentos a su alcance para estimular la economía y superar la crisis, compromisos para refundar el euro, aunque también defendieron la política de austeridad que hoy es dogma en el bloque regional. España e Italia son actualmente los países más débiles del euro, detrás de las intervenidas Grecia, Irlanda y Portugal, y necesitan que la UE dé pasos decididos para recuperar la confianza de los mercados en sus finanzas públicas.

En el caso de España, que ya solicitó un rescate europeo de hasta 100.000 millones de euros para su banca, busca que se apruebe la recapitalización directa para que esa ayuda financiera no compute como deuda y siga lastrando su crecimiento, amenazado por las políticas de ajuste y el elevado desempleo. Pero, por ahora, los socios del euro sólo se comprometieron a avanzar por un camino cuyo diseño sigue siendo bastante complejo y enfrenta a los países más poderosos del bloque, que tampoco están de acuerdo con el rol que debe tener el BCE.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, propuso reforzar los poderes del comisario de Asuntos Económicos de la UE para que pueda ejercer un control estricto sobre los presupuestos nacionales de los Estados miembros. La idea fue respaldada por el presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, como parte del programa de compras de deuda soberana de los países que así lo soliciten a la entidad, ante las reticencias de Alemania. “No queremos reemplazar a los órganos de supervisión nacionales, sino cooperar de forma estrecha”, dijo Draghi en una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel. Monti no comparte esta idea, ya que afirmó que la UE dispone de mecanismos de control fiscal, como el Tratado de Maastricht o el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. “No suena bien. El mercado puede percibir que los instrumentos que ya existen no funcionan”, añadió el premier italiano. “Esa es una idea que, aisladamente, no me gusta”, dijo Rajoy respecto de la propuesta alemana del superministro económico, al tiempo que abogó por fijar primero qué es lo que quiere ser la UE y tomar medidas a favor de la irreversibilidad del euro.

Por su parte, Rajoy dijo estar absolutamente convencido de que España no va a derrumbarse, después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtiera en una entrevista radiofónica que no se puede permitir que el país europeo caiga. “Estoy absolutamente convencido de que no se va a producir nada de eso que supuestamente se podría producir”, manifestó Rajoy en una rueda de prensa en La Moncloa junto a Monti.

El país se encuentra en una situación complicada, asumió, pero su gobierno está haciendo las reformas necesarias para salir de ella, pese a que se trata de “decisiones muy duras y difíciles”. Según dijo Rajoy, el mayor problema que tiene ahora España es la financiación. El jefe del gobierno español volvió a quejarse de que haya países de la UE que se financian gratis, mientras otros, como España, tienen que pagar sobrecostos tan elevados. “Eso no es justo y no sé si el señor Obama se refería a eso o a otra cosa”, señaló.

El 19 de octubre, en el último Consejo Europeo que reunió en Bruselas a los líderes de los Veintisiete, Alemania enterró la posibilidad de que el gobierno español pueda beneficiarse de forma retroactiva de la recapitalización directa y evitar el impacto que la inyección de capital tendría en las cuentas públicas. España prevé pedir 40.000 millones de euros de la línea de crédito de hasta 100.000 aprobada por los países del euro para el saneamiento de la banca española.

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