Sábado, 17 de noviembre de 2012 | Hoy
EL MUNDO › EL PRIMER MINISTRO EGIPCIO VISITO EL ENCLAVE PALESTINO, PERO NO LOGRO UN ALTO EL FUEGO
Un palestino murió cuando aviones de las fuerzas de ocupación bombardearon a un grupo de habitantes en la zona de Nazila, en el norte de la Franja. Más tarde otro palestino murió en un nuevo ataque aéreo israelí en Jan Yunés, en el sur de Gaza.
La tregua de tres horas que Israel aceptó ayer por la visita a Gaza del primer ministro egipcio, Hisham Qandil, no se respetó. La jornada dejó un saldo de tres palestinos muertos como consecuencia de los ataques de las fuerzas armadas israelíes en la Franja.
En el tercer día de la operación denominada Pilar Defensivo –activada el miércoles por la tarde con el asesinato en Gaza del jefe militar del movimiento islamista Hamas, Ahmed Yabari–, fuentes médicas palestinas informaron de dos muertos en un bombardeo que, según una fuente de la seguridad palestina, ocurrió cuando aviones de las fuerzas de ocupación bombardearon a un grupo de habitantes en la zona de Nazila, en el norte de la Franja de Gaza. Más tarde, un palestino murió y otro resultó herido en un nuevo ataque aéreo israelí en Jan Yunés, en el sur de la Franja de Gaza, indicó el comité de emergencia del Ministerio de Salud del gobierno de Hamas, en el poder en el enclave palestino.
Israel había aceptado por la mañana una tregua condicional a petición de Egipto. La decisión del primer ministro, Benjamin Netanyahu, sucedió en plena campaña electoral, aunque el funcionario dejó claro que las fuerzas israelíes suspenderían los ataques a condición de que no haya tiros hostiles de Gaza a Israel durante ese tiempo. Tras arribar a Gaza, el primer ministro egipcio anticipó que su país intensificará sus esfuerzos para lograr una tregua entre los grupos armados palestinos y el Estado hebreo, y calificó de “agresión” la operación israelí. “Egipto intensificará sus esfuerzos para poner fin a esta agresión y lograr una tregua duradera”, declaró Qandil durante una visita al hospital Shifa de Gaza. Acompañado por el jefe del gobierno del Hamas, Ismail Haniye, visitó a algunas de las víctimas de los ataques aéreos israelíes.
Sin embargo, el cese provisorio del fuego no se respetó. Durante la estancia de Qandil en la Franja, y a lo largo de la jornada, el estruendo de bombas y los silbidos de los cohetes fueron constantes. Poco después de que el primer ministro de Egipto visitara la región palestina y exigiera el fin de la ofensiva aérea israelí, milicianos palestinos dispararon un cohete contra Jerusalén. Se trató de la primera vez en la historia que Jerusalén, capital de Israel, fue blanco de un cohete lanzado desde Gaza por milicianos palestinos. El proyectil cayó al sur de la ciudad y no causó víctimas ni daños, informó la policía israelí. El cohete disparado a la capital activó las sirenas antiaéreas por primera vez desde 1991 y, media hora después, el vocero policial israelí, Micky Rosenfeld, precisó que cayó en un descampado en Gush Ezion, un conjunto de colonias judías de Cisjordania ubicadas al sureste del histórico centro urbano.
Abu Obeida, vocero del brazo armado de Hamas, dijo que el grupo arrojó un cohete de largo alcance hacia Jerusalén. “Estamos enviando un mensaje breve y simple: no hay seguridad para ningún sionista en ninguna pulgada de Palestina, y tenemos pleaneadas nuevas sorpresas”, señaló. Otro de los cohetes palestinos fue disparado contra la zona de Tel Aviv, el corazón diplomático, comercial y cultural de Israel, y también activó las sirenas antiaéreas de la ciudad, pero la policía dijo que el proyectil al parecer cayó en el mar y no causó ni víctimas ni daños.
“Hamas no respeta la visita del primer ministro egipcio a Gaza y viola la tregua temporal que Israel acordó durante esta visita”, denunció Ofir Gendelman, portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Al mismo tiempo que Hamas acusó al ejército israelí de haber violado el alto el fuego con un bombardeo que dejó muertos, uno de ellos un niño.
El ministro de Sanidad del gobierno de Hamas en Gaza, Moufid Mujalalati, dijo ayer a los periodistas en el hospital de Shifa que los hospitales de la Franja empezaron a sufrir escasez de suministros médicos y pidió a los países árabes que sigan el ejemplo de Egipto y ayuden a los palestinos.
En el hospital de Shifa, el mayor de Gaza, decenas de palestinos esperaban noticias de sus familiares o amigos heridos en los bombardeos israelíes. El director médico del hospital, Ayman Sahabani, relató que ayer recibieron el cadáver del menor de dos años con heridas de explosivo en su cuerpo. “Si continúa la agresión más de dos días, no sé cómo atenderemos a los pacientes. Empezaremos a tener escasez de medicinas. Nuestro problema ahora es el suministro eléctrico. La electricidad se va cada ocho horas y los generadores no son estables, por lo que dañan los equipos médicos”, indicó.
Lejos de la conciliación, el gobierno del Estado hebreo aprobó ayer la movilización de 75 mil reservistas destinados para la operación, en un indicio más de su intención de lanzar una invasión terrestre en la Franja de Gaza, uno de los territorios más densamente poblados del planeta, en el que viven 1,5 millón de palestinos. La autorización tuvo lugar durante una reunión que celebraron en Tel Aviv los nueve ministros más importantes del gobierno, en consulta telefónica con todos los miembros del Consejo de Ministros, informaron los canales de televisión israelíes. La aprobación ocurrió tras la petición del ministro de Defensa, Ehud Barak, de ampliar la cuota de reservistas más allá de lo aprobado el jueves, cuando eran 30 mil. Se trata de la mayor cifra de reservistas movilizados en el país en décadas, muy por encima de los incorporadas a la guerra con Hezbolá en 2006 y a la ofensiva Plomo Fundido en Gaza, dos años después. El canal 10 de la televisión israelí informó que, hasta ahora, fueron movilizados en la práctica alrededor de 20 mil y que se espera la llegada de miles de tropas.
La violencia en esa frontera comenzó la semana pasada con los primeros ataques con cohetes desde Gaza y la repuesta de Israel replicando con bombardeos, pero escaló de modo dramático el miércoles con el asesinato del líder del brazo armado de Hamas, Ahmed Al Jabari, punto de partida de la operación militar israelí Pilar Defensivo. Desde el miércoles, al menos 29 palestinos, entre ellos once civiles, murieron y más de 250 resultaron heridos. El ejército israelí dijo ayer que ejecutó más de 600 bombardeos contra Gaza desde el inicio de la ofensiva y que los grupos palestinos lanzaron unos 550 cohetes contra el sur de Israel en ese mismo lapso, 26 de los cuales cayeron en áreas habitadas. En Israel murieron el jueves tres personas por un cohete lanzado desde Gaza.
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