El premier palestino, Mahmud Abbas, aseguró ayer que en dos o tres semanas podría controlar la seguridad en los territorios palestinos ocupados por Israel y que en ese lapso lograría una tregua de todos los grupos armados palestinos responsables de los actos de violencia antiisraelíes, una de los pasos exigidos por Israel y Estados Unidos para que se ponga en marcha la Hoja de Ruta, el plan de paz. Pero las Brigadas de los Mártires de Al-Aksa, el brazo armado del movimiento Al-Fatah, rechaza sumarse a cualquier alto el fuego que alcancen otros grupos radicales con la Autoridad Palestina (ANP) para cesar los ataques contra objetivos israelíes.