EL MUNDO
En un basural, cayó el nazi más buscado en EE.UU.
Un policía de 21 años capturó casi casualmente a Eric Rudolph, acusado por una serie de atentados que incluye al de las Olimpíadas de Atlanta en 1996 y que dejó dos muertos y 150 heridos.
Por pura casualidad, un policía novato de 21 años capturó al terrorista neonazi más peligroso y más buscado de los Estados Unidos. En harapos, escondido entre los tachos de basura en el fondo de un shopping provinciano, fue arrestado Eric Robert Rudolph, el militante ultraderechista acusado de realizar un atentado en los juegos olímpicos de Atlanta, en 1996, y de volar una clínica abortista en Alabama. Rudolph tendrá que responder por dos cargos de asesinato, por 150 heridos y por daños materiales cuantiosos.
La policía del condado de Cherokee y representantes del FBI anunciaron ayer que el neonazi, uno de los “diez más buscados” por la justicia norteamericana, había caído en el pequeño pueblo de Murphy, en el estado de Carolina del Norte. El viernes a la noche, el joven policía local Jeffrey Scott Postell, que lleva apenas 10 meses de uniforme, encontró a un linyera merodeando en los fondos del centro de compras local. Creyendo que era un ladrón, le dio la voz de alto. “Se escondió entre las cajas de basura, le ordené que saliera y él obedeció todas mis órdenes”, contó con sencillez el novato.
Una vez en la comisaría local, el supuesto ladrón dio un nombre que resultó falso y los policías, por rutina, le tomaron las huellas y las pasaron por el computador para ver si tenía antecedentes. Fue entonces que descubrieron que tenían entre manos a Rudolph, acusado de haber puesto la bomba en la sede olímpica de Georgia, que dejó un muerto y 111 heridos el 27 de julio de 1996.
Según el FBI, que ofrecía un millón de dólares por su captura, Rudolph es un peligroso ex militar, militante neonazi y seguidor de la extraña iglesia ultraderechista norteamericana la Identidad Cristiana, que plantea, entre otros delirios, que Cristo no era judío sino anglosajón y que ordenó matar negros, homosexuales y católicos. Según el FBI, Rudolph logró escapar de Atlanta y resurgió en 1997, atentando contra un club nocturno homosexual. El mismo año puso una bomba en un edificio de oficinas y en 1998 atacó con explosivos contra una clínica de abortos en Birmingham, Alabama, donde mató a un policía e hirió gravemente a una enfermera.
Con la policía cada vez más cerca, Rudolph se esfumó en el inmenso bosque del parque nacional de Nantahala, donde por cinco años fue buscado inútilmente. Al parecer, el ex soldado era también un cultor del “survivalismo”, la disciplina neonazi de autonomía total que enseña a ser “hombres-lobo” a los milicianos. Según esta doctrina, difundida por grupos como La Nación Aria y La Orden, los militantes deben moverse como células de un solo hombre, estar listos a atacar al “Gobierno Sionista de Ocupación” –como llaman al gobierno de los EE.UU.– y desaparecer en áreas rurales donde previamente prepararon refugios, arsenales y víveres.
Rudolph literalmente se desvaneció en el inmenso parque nacional, que es en realidad apenas parte de una gran zona virgen, favorita de grupos milicianos y ultraderechistas. Como se habían utilizado sin el menor resultado desde patrullajes militares y helicóptero, hasta satélites de alta tecnología, algunos daban por muerto a Rudolph. Pero Chris Swecker, el agente del FBI presente en la conferencia de prensa, aseguró que su agencia no “se había dado por vencida y la búsqueda no se detuvo jamás. Siempre pensamos que él estaba por ahí en esas montañas”.
Rudolph será trasladado a un tribunal federal en la ciudad de Asheville, también en Carolina del Norte, donde el lunes se determinará si será procesado en Atlanta o en Birmingham. El fiscal general de los EE.UU., John Ashcroft, dijo que el detenido fue ubicado gracias a la colaboración entre las autoridades policiales en todo el país y los agentes federales. Como fiscal, Ashcroft será el que decida si se pide la pena de muerte para Rudolph por los atentados que se le atribuyen.
El funcionario también puso un contexto político a la detención. Según Ashcroft, el evento “envía un mensaje claro que no cesaremos en nuestra cacería de terroristas, extranjeros o nacionales, para evitar que causendaño a inocentes. El pueblo estadounidense, principalmente las víctimas de estos ataques terroristas, pueden estar más tranquilos al saber que otro presunto asesino ya no representa una amenaza” al país.
Así como no se sabe qué hacía Rudolph en los fondos del shopping donde fue capturado, también se desconoce qué contactos tuvo con otros militantes o grupos neonazis. Desde que se escapó de la intensa cacería oficial y burló por años hasta la más alta tecnología disponible, Rudolph se transformó en un héroe para la ultraderecha norteamericana, que tiene como enemigo ideológico a su propio gobierno. Grupos-paragua de las milicia, como la Resistencia Aria Blanca –que en inglés tiene la inquietante sigla de WAR, guerra– lo presentaron abiertamente como modelo de la doctrina de combate a un Estado que ven como dominado por “las finanzas judías” y “el progresismo homosexual y degenerado”.