El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no podrá asistir mañana a la toma de posesión debido a que su proceso de recuperación en Cuba se extenderá más allá de esa fecha. Así lo informó el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien agregó que el líder bolivariano deberá asumir ante el Tribunal Supremo de Justicia más adelante. En cambio, para mañana el oficialismo convocó a actos simbólicos en los que participarán el presidente uruguayo José Mujica, su par de Bolivia, Evo Morales, y el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño.

Otros países del bloque sudamericano dieron muestras de apoyo al gobierno venezolano: además del viaje que hará la mandataria Cristina Fernández a Cuba, Brasil consideró como constitucional la prórroga de las funciones del gobierno venezolano más allá de mañana, fecha en que estaba estipulado que tome posesión Chávez. El asesor de relaciones internacionales de la presidenta Dilma Rousseff, Marco Aurelio García, que viajó a La Habana entre el 31 de diciembre y el 1º de enero para interiorizarse sobre la salud del venezolano, definió la postergación de la jura como un “plazo prudencial” contemplado en la Constitución, hasta que sea definido si el presidente está incapacitado para asumir el cargo, en cuyo caso serán convocadas elecciones. Brasil, que ha esgrimido la defensa de las instituciones democráticas para la exclusión en 2012 del gobierno paraguayo del Mercosur tras la destitución del presidente Fernando Lugo, necesita asegurarse de la constitucionalidad del proceso en Venezuela, que ingresó al Mercosur en 2012 tras la suspensión de Paraguay.

La actual situación en Venezuela es un proceso “cubierto perfectamente por los dispositivos constitucionales”, afirmó García en su primera declaración a la prensa tras retornar de La Habana, donde se reunió con el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro, y también con el presidente cubano Raúl Castro y su hermano Fidel Castro.

Las palabras del asesor de Dilma llegan en momentos en que en Venezuela se abrió un debate sobre la postergación de la asunción de Chávez. Cabello acusó al líder opositor Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda, de estar desesperado por el cargo de jefe de Estado y recordó que él ya lo asumió en 2002. “Al pillo de Miranda como que se le olvidó que ya yo fui presidente gracias al golpe que él dio en el 2002; desesperado está el pillo”, escribió Cabello en la red social Twitter. “Faltaría saber si en la MUD (Mesa de la Unidad Democrática, alianza que aglutina a la oposición) lo dejan ser candidato”, añadió Cabello después de que Capriles pidiera que el gobierno aplique la Constitución (ver aparte).

La Asamblea Nacional venezolana invitó a países amigos de Venezuela a que participen en la concentración de mañana. Así fue como Mujica recibió la autorización del Congreso uruguayo para viajar a Caracas y su par de Bolivia confirmó asistencia. La ministra de Comunicación del gobierno de Morales, Amanda Dávila, dijo que Evo participará del acto “que tiene como propósito confirmar el triunfo de las elecciones que se llevaron a cabo en Venezuela y, por otra parte, expresar la solidaridad de distintos líderes latinoamericanos a Chávez, al gobierno venezolano y al pueblo”.

A todo esto, Estados Unidos se pronunció ayer a favor de que sean los propios venezolanos los que resuelvan la situación interna del país. La vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo que la cuestión de qué pasa ante la ausencia de Chávez mañana “es algo que deben solucionar los propios venezolanos” y reclamó una salida “libre, justa y transparente y que garantice igualdad de condiciones políticas en Venezuela”. La funcionaria dijo además que Estados Unidos no tiene más información que la que circula en los medios sobre el estado de Chávez y expresó que “como a cualquiera que esté sufriendo lo que está sufriendo”, la administración norteamericana le desea “una recuperación rápida”.