EL MUNDO › EN ITALIA EL PD SE IMPUSO EN VOTACIONES DE AMBAS CAMARAS DEL CONGRESO Y DIVIDIO AL PARTIDO DE GRILLO
Con la elección de una aliada de izquierda en Diputados y un juez antimafia en el Senado, el Partido Democrático parece estar más cerca de encabezar un gobierno, sobre todo porque el M5S no pudo mantenerse unido.
› Por Elena Llorente
Desde Roma
La noticia no pasó tanto ayer por las nuevas autoridades del Parlamento italiano que, por fin, después de varias votaciones en vano se consiguieron, sino por el hecho de que en la última votación del Senado, donde la situación era mucho más peliaguda para el centroizquierda, los miembros del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo, que habían jurado no apoyar a ninguno de los otros partidos, se dividieron. Y esta división entre los flamantes senadores del M5S fue y puede seguir siendo muy significativa y muy positiva para el entendimiento que Italia está necesitando y que el centroizquierda busca con los “grillinos” para poder formar un gobierno.
En la Cámara de Diputados, después de cinco votaciones, fue elegida presidenta Laura Boldrini, una representante de Izquierda, Ecología y Libertad, el partido de Nichi Vendola y aliado principal del Partido Democrático. En el Senado, a la cuarta votación, salió elegido el ex juez antimafia Piero Grasso, representante del PD.
Las votaciones en las Cámaras marcaron un punto a favor del centroizquierda que conquistó para sí, por el contrario de lo que muchos especulaban, la presidencia de las dos ramas del Parlamento. Pero en el Senado se dibujó además un panorama que sembró cierta esperanza porque los “grillinos”, que luego de una reunión larguísima decidieron votar en blanco, no apoyando ninguno de los dos candidatos –Grasso del centroizquierda y Renato Schifani del centroderecha–, en el momento del voto secreto, algunos cambiaron de opinión. Sobre todo al parecer fueron los senadores de Sicilia donde Grasso dio una gran batalla en años pasados persiguiendo a la mafia. Y todo salió a relucir en los números, porque Grasso obtuvo 15 votos más de los que podía garantizarle el centroizquierda. El ex juez, que consiguió la mayoría simple de votos (137) en la cuarta votación, en su discurso de apertura llamó a los colegas de esta nueva legislatura a luchar por la transparencia y los invitó a “responder con hechos a los pedidos de los ciudadanos que buscan sobre todo justicia social y un comportamiento más ético, tomando conciencia de que el trabajo es hoy uno de los principales problemas”. En el discurso de Grasso no faltó una referencia –enseguida aplaudida– al nuevo papa Francisco “cuyos primeros actos han evidenciado una atención prioritaria hacia las necesidades reales de las personas”.
Otro punto a favor del centroizquierda lo agregó el hecho de que los dos candidatos seleccionados significaron una novedad en un mundo donde las caras se repiten y donde predominan los viejos esquemas y los viejos políticos. En efecto Laura Boldrini, elegida presidenta de la Cámara de Diputados, es la tercera mujer que preside esta Cámara en la historia de la Italia republicana. Exponente del SEL, fue durante 14 años portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Unhcr). Su discurso al recibir el cargo fue de ruptura con muchos esquemas del pasado y por eso fue muy aplaudido, incluso por la gente del M5S. Boldrini no necesitaba los votos de nadie para ser elegida, porque el centroizquierda cuenta con una amplia mayoría en la Cámara de Diputados. No era lo mismo en el Senado donde ningún partido tiene la mayoría.
Según algunos trascendidos, la reunión de los “grillinos” antes de la última votación en el Senado fue tumultuosa porque se trató de convencerlos a toda costa de votar en blanco, según las órdenes de Grillo. Pero el venezolano-italiano Luis Alberto Orellana, a quien los “grillinos” habían llevado en un primer momento como candidato, reconoció que “como personas, Schifani y Grasso no son equivalentes” porque el primero “representa la continuidad” y por eso él se manifestó contra su elección. Al final de las votaciones, Grasso y el jefe del grupo “grillino” Vito Crimi, mantuvieron una breve reunión. “Tenemos que trabajar juntos por el bien del país. Hay muchas cosas por hacer”, dijo el flamante presidente de la Cámara alta a los eventuales aliados, tan ansiados por su partido.
El próximo lunes 18 empiezan los encuentros que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, mantendrá con todos los partidos políticos para al final encargar a algunos de sus hombres la formación del nuevo gobierno. Es posible que lo encargue al secretario del PD, Pierluigi Bersani, porque su coalición resultó mayoritaria en estas elecciones. Pero no está dicho que sea necesariamente así.
Los italianos esperan ansiosos ese momento y sobre todo que el gobierno se ponga como prioridad encontrar soluciones para todos los problemas que tiene el país.
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