Desde La Paz

La huelga general de dieciséis días liderada por la Central Obrera Boliviana (COB) concluyó, luego de que los sindicalistas y el gobierno de Evo Morales llegaran a un acuerdo para modificar la Ley de Pensiones. Finalmente, los trabajadores aceptaron jubilarse con el 70 por ciento del salario, calculado sobre el promedio de las últimas 24 papeletas de pago. Ayer, cinco mil mineros abandonaron esta ciudad, donde pasaron las últimas semanas en medio de negociaciones, marchas, explosiones de dinamita y enfrentamientos con la policía boliviana. Para hoy está prevista la realización de un cabildo multitudinario en apoyo del presidente aymara y en repudio de quienes impulsaron el extenso paro.

“Entramos en un cuarto intermedio. Vamos a levantar todas las medidas (de presión), vamos a retornar a trabajar y a ponernos en estado de emergencia por estos 30 días, para ya de una vez firmar el acuerdo correspondiente”, dijo el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo. El líder obrero rechazó las acusaciones de “golpista” esgrimidas desde el Palacio Quemado en las últimas semanas. “Los trabajadores del país, a la cabeza de nuestros compañeros mineros, siempre hemos sido defensores, constructores de la democracia en nuestro país y la COB garantiza, con firmeza, la democracia en nuestro país”, aseguró Trujillo.

La COB, con mucha presencia de mineros, comenzó el 6 de mayo pasado una huelga general indefinida. Fueron días de marchas y cortes de ruta en todo el país. La central obrera exigía la modificación del actual Sistema de Pensiones para jubilarse con el ciento por ciento de su sueldo, promediado sobre los últimos 24 recibos. En algunos casos, habrían recibido una renta de 8000 bolivianos (un dólar se cotiza a Bs 6,96).

Los obreros pedían el mismo trato que el personal de las Fuerzas Armadas, que se jubila con el ciento por ciento de su sueldo. Actualmente, el gobierno analiza jubilar con igual porcentaje a las y los policías. No obstante, Morales y sus ministros reiteraron en varias oportunidades que la demanda de la COB pondría en riesgo el Fondo Solidario, creado para incrementar las pensiones de los que perciben salarios bajos.

El lunes, desde la COB anunciaron que para viabilizar un acuerdo con el gobierno redujeron la demanda de pensión solidaria máxima para mineros de Bs 8000 a Bs 4900 y de Bs 5000 a Bs 3700 para otros sectores. Pero los ministros de Morales mantuvieron en las negociaciones la cifra de Bs 4000 para los mineros y 3200 para los demás. Finalmente, la central obrera aceptó esta propuesta.

“No creo que haya vencedores ni vencidos en este problema, porque lo que tiene que primar es la racionalidad, lo correcto, no lo que es capricho de un sector”, dijo el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, en conferencia de prensa.

“Nosotros hemos ratificado la propuesta número tres (la de Bs 4000 para los mineros y 3200 para los otros sectores) como la óptima porque garantiza la sostenibilidad del Fondo Solidario y por lo tanto garantiza la pensión para los jóvenes y para quienes hoy se están beneficiando del Fondo Solidario y su pensión actual. Por lo tanto, no hay un cambio en la posición del gobierno”, indicó el ministro.

El 17 de mayo pasado, el gobierno declaró ilegal el paro de la COB. En consecuencia, anunció que les descontaba a los trabajadores movilizados durante más de dos semanas. “Algunos dirigentes dicen: ‘Por día no trabajado, que sea día pagado’. No. Se paga por día trabajado. Por día no trabajado, no se paga”, dijo ayer el presidente Morales.

Según el gobierno, el sector productivo más afectado por la huelga fue el de la minería. Calcula que la empresa minera Huanuni, donde trabajan 4700 mineros, reportó pérdidas por cinco millones de dólares en los días sin operaciones.

La despedida de los cinco mil mineros de Huanuni y de Colquiri que protestaban en esta ciudad es tomada como un triunfo por el gobierno, el cual en algún momento sintió que la larga huelga podía mellar la candidatura presidencial de Morales a un tercer mandato el año que viene.

Hoy, las organizaciones indígenas, campesinas y sindicatos que apoyan al gobierno de Morales se reunirán en la plaza Villarroel, del barrio de Miraflores, para expresarle su apoyo incondicional. Se espera que el presidente sea el principal orador de este acto, al que asistirán –según los organizadores– cien mil personas.