Sábado, 27 de julio de 2013 | Hoy
EL MUNDO › EN EGIPTO EL PRESIDENTE DERROCADO PASO A LA JUSTICIA TRAS SU DETENCION SECRETA
La orden de arresto en contra de Mursi fue aplaudida por los manifestantes, que acudieron por decenas de miles al caer la tarde a la plaza Tahrir, de El Cairo, en respuesta al llamamiento del jefe del ejército, Abdel Fatah al Sisi.
Decenas de miles de egipcios se manifestaban ayer en todo el país, convocados por los partidarios y adversarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi, en unas concentraciones rivales que dejaron dos muertos en enfrentamientos en Alejandría. La Justicia ordenó también la detención preventiva de Mursi, retenido por el ejército en un lugar secreto desde su derrocamiento, el 3 de julio. El arresto preventivo –por 15 días–, ordenado por un tribunal de El Cairo, es por los cargos de homicidio, secuestro y colaboración con el movimiento palestino Hamas en una fuga carcelaria masiva en enero de 2011, entre cuyos liberados figuraba el propio ex mandatario.
Las autoridades reforzaron la seguridad ayer en El Cairo y en el resto del país para esa jornada de alto riesgo, en la que bandos contemplaban medir fuerzas en las calles. La violencia relacionada con los conflictos políticos dejó más de 200 muertos desde hace un mes. Dos manifestantes murieron y una veintena resultaron heridos en enfrentamientos entre partidarios y adversarios de Mursi en Alejandría, segunda ciudad del país, según fuentes médicas.
Según la acusación en contra del presidente destituido, la fuga de la prisión de Wadi Natrun (al noroeste de El Cairo) incluyó ataques contra comisarías y permitió la huida de numerosos islamistas y otros presos políticos en el contexto de las movilizaciones que pusieron fin al régimen autocrático de Hosni Mubarak.
El tribunal acusa a Mursi de figurar entre quienes al huir de la prisión destruyeron los registros oficiales de la cárcel, de la muerte intencionada de agentes de policía y de presos y del secuestro de policías y soldados.
La orden de arresto fue emitida en un día de fuertes choques entre opositores y afines al depuesto presidente, facciones que protagonizaron marchas en varios puntos del país, tanto en apoyo al gobierno de facto como para exigir el retorno al poder del líder islamista, y que dejaron un saldo de dos muertos y decenas de heridos. Por el momento, el Ministerio del Interior no recibió ninguna notificación para empezar los preparativos para el ingreso del islamista en alguna de sus prisiones.
La orden del juez fue aplaudida por los manifestantes, que acudieron por decenas de miles al caer la tarde a la plaza Tahrir de El Cairo en respuesta al llamamiento del jefe del ejército, Abdel Fatah al Sisi, quien pidió a los ciudadanos salir a la calle para apoyar a las fuerzas del orden en su lucha contra la violencia. “Hemos venido hoy a decirle al mundo que los egipcios son quienes decidieron que Mursi no es competente para ser nuestro presidente, porque es el presidente de una sola facción”, dijo Hana, un ama de casa de 40 años que acudió a Tahrir acompañada por su marido.
Las muertes se produjeron en Alejandría, en el marco de un violento enfrentamiento entre ambos grupos, según confirmó el director del hospital universitario de esa ciudad, Hosam Abu Saud, quien además señaló que hay diecinueve heridos ingresados en el centro sanitario, la mayoría con disparos de bala y de perdigones. Aparte de Alejandría, también hubo marchas y duros choques en el distrito de Shubra, al norte de El Cairo, y en Damieta, en el delta del Nilo, que dejaron decenas de heridos.
En el centro de la capital, en el barrio Ramsés, se produjeron también escaramuzas entre los islamistas y vecinos del área, sin que por el momento se hayan registrado víctimas. En Alejandría los choques comenzaron en las inmediaciones de la mezquita de Al Qaed Ibrahim, una de las principales de la ciudad, y se extendieron por la zona de Ibrahimiya.
Los servicios de seguridad consiguieron contener los enfrentamientos en torno del templo con gases lacrimógenos, pero éstos continuaron en Ibrahimiya. Al menos dos vehículos fueron incendiados durante los incidentes, en los que también resultaron destruidos varios locales comerciales.
En Ramsés, los manifestantes pro Mursi prendieron fuego a tres casas que tenían colgadas en sus fachadas fotografías del jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa, Abdel Fatah al Sisi. En la plaza Tahrir, los grupos antiislamistas se reunieron convocados por Al Sisi, quien lideró el golpe de Estado del 3 de julio. La emblemática plaza amaneció rodeada por tanques del ejército y carteles a favor de Al Sisi, mientras algunos voluntarios desplegaron un operativo de control para identificar a los participantes.
El miércoles último, el jefe del ejército convocó a los egipcios a tomar las calles para que “dieran mandato” a las fuerzas del orden de tomar medidas para acabar con la violencia. Algunos analistas políticos suponen que planean una posible operación contra la Hermandad Musulmana, acusada por el gobierno de facto de incitar al caos.
En tanto, esa agrupación –a la que pertenece Mursi– denunció que Al Sisi está llamando a “una guerra civil” y junto a otros grupos islamistas convocó para ayer a una protesta y prometió que las manifestaciones continuarán hasta que le restituyan el poder a Mursi. La denuncia de la Hermandad se da luego de que el ejército diera el jueves un ultimátum a los islamistas, que rechazaron llamamientos a integrar el gobierno transicional, para que se sumen a las “filas nacionales” o enfrenten las decisiones de las autoridades de facto.
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