Dos pilotos turcos fueron secuestrados ayer en el Líbano. Los dos hombres fueron raptados a punta de pistola cuando se dirigían desde el aeropuerto de Rafic Hariri hasta su hotel en Beirut. El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, pidió a todos los ciudadanos de su país que no viajen al Líbano, si no era absolutamente imprescindible. Poco después, el presidente, Abdullah Gül, se encargó de tranquilizar a los turcos asegurando que se estaba haciendo todo lo posible para garantizar la vuelta de los dos pilotos. “Hay contactos importantes. Nuestro ministro de Exteriores ha hablado con las personas necesarias. Por supuesto, yo también hablaré con el presidente del Líbano”, prometió Gül. “Hay varias previsiones y tengo la esperanza de que volverán en breve sanos y salvos”, afirmó. Davutoglu habló con el primer ministro libanés, Nayib Mikati, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, pero sin que se tenga aún información sobre el paradero de los secuestrados.

Según fuentes de la presidencia, Gül mantuvo una conversación telefónica con su homólogo libanés, Michel Suleyman. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, no hizo referencia pública al respecto. El secuestro del piloto Murat Akpinar y del copiloto Murat Agça esta madrugada en Beirut es un punto negativo para Erdogan, ya que se trata de una obvia represalia por el apoyo diplomático que el Ejecutivo turco presta a los rebeldes sirios.

A partir de una reivindicación de un grupo libanés hasta ahora desconocido, los Visitantes del Imán Reza, los dos pilotos serán retenidos hasta la liberación de nueve peregrinos libaneses chiítas –por su condición religiosa considerados cercanos al régimen de Damasco– que fueron secuestrados por grupos rebeldes sirios en mayo de 2012.

Parte de la oposición turca ha criticado con dureza el alineamiento de Erdogan con la rebelión siria, advirtiendo que traería consecuencias negativas para Turquía.

“A la luz de la situación actual, es conveniente que nuestros ciudadanos se abstengan de viajar al Líbano si no hay necesidad vital de hacerlo”, dijo Davutoglu en declaraciones a la agencia Anadolu. “Los ciudadanos que puedan regresar a Turquía deberían hacerlo y los que deban quedarse han de extremar las medidas de seguridad personal y estar alerta”, añadió el ministro. Mientras tanto, el resto de la tripulación, presente en el momento del secuestro, pero que no sufrió agresión alguna, ya ha sido repatriada a Turquía.