EL MUNDO › UNA MAYORIA DE ENCUESTADOS QUIERE REEMPLAZARLO
El presidente que se vaporiza
George W. Bush debería estar preocupado. El nivel de aprobación de su gestión se ubica casi en su nivel más bajo desde el inicio de su mandato, con sólo 53 por ciento de opiniones positivas contra 58 por ciento del mes pasado, mientras un 47 por ciento estima que, ya es tiempo de renovar la conducción de país, según un sondeo difundido ayer. El porcentaje de estadounidenses que dijeron tener una opinión negativa de la administración Bush aumentó de 41 al 46 por ciento, según el estudio del instituto Zogby International. Con estos resultados el presidente está casi en su punto más bajo de popularidad registrado antes de los atentados del 11 de setiembre de 2001, cuando sólo un 50 por ciento de los estadounidenses consultados se mostró conforme con su gestión.
Aunque sigue gozando de la confianza de la población en lo que respecta a la lucha contra el terrorismo –59 por ciento de opiniones favorables–, las opiniones se dividen en lo que concierne a la política exterior, con 50 por ciento de rechazo contra 49 por ciento de aprobación. Pero es en lo que respecta a la política interior donde el presidente Bush recoge el mayor porcentaje de descontento. Un 61 por ciento reprobó su política sobre salud, un 65 por ciento vapuleó su política ambiental, un 66 por ciento rechazó su gestión económica y un 54 por ciento opinó desfavorablemente sobre su política fiscal. Estos resultados se conocen la misma semana en que la Casa Blanca admitiera que la previsión del déficit para el año fiscal 2003 se disparó un 50 por ciento, y toca ahora la marca inédita de 455.000 millones de dólares, en medio de una economía estancada y un desempleo que crece.
Como si fuera poco, por primera vez el porcentaje de estadounidenses que desean que Bush sea reelecto en 2004 –46 por ciento– es menor a los que opinan que sería mejor contar con un nuevo hombre al frente de la Casa Blanca –47 por ciento–, grupo que muestra una tendencia a aumentar su número. Este estudio, cuyo margen de error es de más o menos 3,2 por ciento, se realizó entre el 16 y 17 de julio y comprendió a un total de 1.000 estadounidenses que manifestaron intención de votar en las próximas elecciones.