Los representantes de Colombia abandonaron ayer la sesión de la CIDH, en la que se analizaba la práctica legal de ese país de “imponer restricciones a los derechos políticos de las personas”, por considerar que el debate era demasiado cercano al caso del destituido alcalde bogotano Gustavo Petro (foto). Menos de una semana después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgara medidas cautelares a Petro e informara al gobierno que admitía a trámite una petición para estudiar a fondo el caso, el organismo celebró una audiencia sobre derechos políticos en Colombia. El embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Andrés González, reveló que el viernes, después de que el presidente Juan Manuel Santos rechazara la petición de medidas cautelares de la CIDH para Petro, el gobierno colombiano pidió a la comisión cancelar la audiencia de hoy. La CIDH se negó porque, argumentó, se trataba de un debate general y no específico sobre ningún caso. En consecuencia, el gobierno colombiano decidió no dar respuesta a las denuncias sobre derechos políticos en la audiencia.