El candidato a la presidencia de Colombia Oscar Iván Zuluaga aseguró ayer que si gana el ballottage del 15 de junio mantendrá las negociaciones de paz con las FARC y no las suspenderá temporalmente, como había anunciado inicialmente. “Les vamos a dar continuidad a las conversaciones, pero vamos a establecer las condiciones que yo siempre he planteado”, dijo. El candidato uribista justificó el drástico cambio de postura por el acuerdo alcanzado con un sector del tradicional Partido Conservador, clave para ganar la presidencia en segunda vuelta. El presidente Juan Manuel Santos calificó de oportunista la jugada de su rival. “Eso es como una movida electorera, así la recibo”, expresó el mandatario. Los dos candidatos están técnicamente empatados en la intención de voto, según una encuesta publicada ayer, la primera que se hace después de la primera vuelta del pasado domingo.

Los requisitos que impone Zuluaga a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son un alto el fuego de duración indefinida que contemple el fin de la ubicación de minas antipersonales y del reclutamiento infantil, así como el cese de los ataques contra civiles, uniformados e infraestructuras energéticas. El candidato uribista, que obtuvo un 29,2 por ciento de los votos frente al 25,6 de Santos, selló el miércoles una alianza con el sector del Partido Conservador representado por Marta Lucía Ramírez, que quedó tercera en las elecciones, con casi dos millones de votos.

“Uno de los temas tratados con Ramírez fue el de la paz y una de las propuestas que ella defendió fue dar continuidad al proceso de La Habana, con unas condiciones como excluir a los menores del conflicto”, expuso Zuluaga. Desde su designación como candidato del Centro Democrático (CD), el movimiento político que tiene como líder al senador electo, ex presidente y férreo crítico del diálogo de paz Alvaro Uribe, Zuluaga había rechazado la manera en que está planteado el actual proceso de paz entre el grupo insurgente y el gobierno de Santos.

La paz ha sido el eje de la campaña presidencial colombiana de cara a la primera vuelta y también lo será para la segunda del próximo 15 de junio.

Santos advirtió que “la paz no se improvisa ni se hace de un día para otro”, al tiempo que se declaró sorprendido ante lo que calificó como “un acto de oportunismo muy calculado”. El mandatario, que aspira a su reelección, recordó que Zuluaga “y su jefe”, en clara alusión a Uribe, lo acusaron durante los cuatro años de su gobierno “de estar legitimando el terrorismo por adelantar el proceso de paz”.

Además, el presidente recordó que Zuluaga defendió la idea de suspender temporalmente las negociaciones de paz desde que fue elegido candidato del CD en octubre, lo ratificó el domingo y tan sólo tres días después, tras su reunión con Ramírez, se desdijo. “Por circunstancias puramente electorales, viendo ellos que la paz es el tema fundamental en esta elección y que la gente cada vez más está visualizando como la gran diferencia entre las dos candidaturas, entonces ellos ahora quieren acomodarse”, apuntó.

En un tono irónico, Santos les dio la bienvenida a Ramírez y a Zuluaga en el caso de que “descubrieran que la paz sí es buena”. El presidente agregó: “Pero en el fondo los colombianos saben perfectamente que el verdadero jefe de esa extrema derecha (por Uribe) no va a permitir que llegue la paz porque eso es algo que para él no es aceptable desde ningún punto de vista, porque se le termina su razón de ser, y a Oscar Iván Zuluaga también”.

Por los diferentes puntos de vista que defienden los dos candidatos finalistas respecto de la paz, el Partido Conservador se dividió el martes entre congresistas y bases que siguen a Ramírez para apoyar alternativamente a Santos y a Zuluaga. Los primeros en anunciar su adhesión al presidente fueron al menos 40 de los 59 congresistas del conservadurismo que tras varias horas de reunión firmaron un acuerdo programático que tendría como eje fundamental “el apoyo al proceso de paz” que el gobierno celebra desde 2012 con la guerrilla de las FARC en Cuba.

Posteriormente, Ramírez confirmó su cercanía ideológica con Zuluaga. La ex ministra de Defensa del gobierno de Uribe, cuya elección como candidata presidencial generó una crisis en el conservadurismo, argumentó que su alianza con el candidato del CD se debe a su deseo de “acabar con la corrupción”.

De acuerdo con un sondeo dado a conocer ayer, con margen de error del 2,9 por ciento y realizado por la firma Cifras & Conceptos, Santos obtendría en segunda vuelta un 38 por ciento de las preferencias, un punto porcentual más que la cifra que recibe Zuluaga. El voto en blanco aparece como opción para el 15 por ciento de los colombianos, mientras que el 10 por ciento dijo que no sabe o no responde por quién votaría. La encuesta se hizo entre el 26 y 27 de mayo, dos días después de la primera vuelta, con 1672 personas en 62 municipios del país.

En Bogotá, el mayor colegio electoral del país, Zuluaga tiene una intención de voto del 37 por ciento contra 34 del actual presidente. En el estrato social bajo, Zuluaga es preferido con 39 por ciento frente al 37 de Santos; en la clase media el presidente lidera con el 37 por ciento ante el 36 del rival, y lo mismo ocurre en el alto, donde es la opción para el 44 por ciento y Zuluaga alcanza el 35 por ciento.