La policía española desmanteló una red islamista que suministraba combatientes a la organización Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), vinculada a Al Qaida. La Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía dijo que se realizaron ocho detenciones. Según el diario Público, fueron nueve las personas apresadas. Los arrestos se produjeron durante la madrugada de ayer en Madrid, informó el Ministerio del Interior, que precisó que entre los detenidos se encuentra el argentino César Raúl Rodríguez, nacido en Santiago del Estero en 1989, aunque no dio más detalles.

La embajada argentina en Madrid dijo no tener información sobre el arresto de un argentino y refirió las consultas al consulado en la capital española, el que señaló no haber recibido aún notificación alguna sobre la detención de un compatriota, pero que debería llegar en las próximas horas, según el procedimiento habitual en estos casos. Los otros apresados son Lahcen Ikassrien, un marroquí jefe de la célula que estuvo detenido en la base estadounidense de Guantánamo, otros seis marroquíes y un hombre de nacionalidad búlgara, agregó el Ministerio del Interior español en un comunicado.

La red terrorista había enviado ya a nueve jihadistas a integrarse al EIIL, que además de su presencia en Siria, por estos días protagoniza una arrolladora ofensiva en varias regiones de Irak. La célula fundamentalista ostenta además ramificaciones internacionales, con conexiones con grupos asentados en Francia, Bélgica, Marruecos, Túnez, Egipto, Turquía y Siria, y además del envío de combatientes, desarrollaba labores de financiación, captación, radicalización y adoctrinamiento.

También había constituido una estructura propia a la que sus integrantes denominaban Brigada Al Andalus. La policía nacional realizó diez allanamientos en la capital española y uno en Avila. La operación policial constituye un importante golpe a este grupo que tenía como base de operaciones varios domicilios situados en Madrid, donde se habría originado y evolucionado, consiguiendo constituir una estructura propia y una operatividad independiente, dijo el Ministerio del Interior español.

“El desmantelamiento de esta célula terrorista ha supuesto un importante revés para las redes de reclutamiento de combatientes occidentales, pues supone una ruptura en el flujo constante de ‘milicianos’, todos ellos con un perfil radical, y dispuestos a formar parte de esta jihad”, agregaron desde la misma cartera.

El 30 de mayo, la Guardia Civil desarticuló en Melilla una red que enviaba jihadistas a Libia y Mali y detuvo a seis personas, entre ellas el primer jihadista español, que regresó de Mali tras pasar por campamentos de entrenamiento del Movimiento para la Unidad y la Jihad en Africa Occidental (Mujao). Veinte personas fueron detenidas en España en 2014 en operativos vinculados con la captación y envío de jihadistas a los conflictos armados en Siria, Mali o Libia.