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PALESTINOS
Una vuelta a menos cero
Los palestinos patearon para adelante su crisis interna de gobierno, pero no la resolvieron. Después de una semana turbulenta signada por la renuncia del primer ministro Ahmed Qureia y crecientes rumores de que el líder máximo Yasser Arafat (foto), de 74 años, estaría gravemente enfermo, Qureia aceptó dirigir el gobierno de crisis hasta finales de octubre, pero no se pusieron de acuerdo sobre el tema que los dividía: el nombramiento del general Nasr Yusef como ministro del Interior. La crisis, que alcanzó su punto culminante el jueves cuando Qureia presentó su dimisión a Arafat, tuvo dos razones principales. De un lado, el primer ministro, queriendo garantizar la legitimidad de su acción en el Parlamento y ante la opinión pública, se oponía al establecimiento de un gobierno de crisis. Por otra parte, Qureia quería nombrar a Yusef ministro del Interior, mientras que Arafat, para conservar el control de los 13 servicios de seguridad de la Autoridad Palestina, lo rechazó después de que se negara a prestar juramento el miércoles ante él, exigiendo que el gabinete contara con la confianza del Parlamento.