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Luego de un día de escalada retórica entre Israel y Siria, el ejército israelí se retiró anoche parcialmente de Rafah (sur de la franja de Gaza) este sábado por la noche, aunque seguía manteniendo tropas en esa ciudad en la que efectuó una operación de gran envergadura que costó la vida a ocho palestinos en menos de 48 horas. Al menos 40 tanques israelíes se retiraron del campo de refugiados de Rafah hasta el sector de la frontera con Egipto bajo control israelí. La operación fue para desmontar túneles de contrabando de armas desde Egipto. Mientras tanto, Siria dijo que se reservaba el derecho de contraatacar si su territorio volvía a ser golpeado, como lo fue el domingo pasado en represalia por el atentado de Haifa, un día antes, e Israel advirtió a Siria que debía prescindir de fomentar el terrorismo antiisraelí. Los dos países se dirigen a una confrontación diplomática el martes por la iniciativa siria de presentar una resolución condenando la construcción israelí de una valla de seguridad contra los ataques. Pero Israel tiene las espaldas bien guardadas: EE.UU. vetará la propuesta, y ayer se supo que submarinos israelíes habían sido cargados con proyectiles nucleares.