EL MUNDO
› COMO SE PROYECTA 2004, EL AÑO DE LA REELECCION PRESIDENCIAL (O NO)
Jugando a ver contra quién ganará Bush
Por Rupert Cornwell *
Desde Washington
Esta misma noche, pero dentro de un año, todo habrá terminado. Luego de una campaña que ha estado en marcha casi desde el mismo momento en que George W. Bush ingresó a la Casa Blanca en enero de 2001, finalmente sabremos (exceptuando, por supuesto, si ocurre otra Florida) si permanecerá en funciones por otros cuatro años o, si como gran parte del mundo desea, un demócrata lo reemplazará al frente del despacho más poderoso de la tierra. La carrera será larga y costosa. También puede ser más excitante que todas las precedentes.
En esta etapa, Bush es el favorito. Pero los seis principales competidores de los nueve que aspiran a reemplazarlo pueden ser también calificados como el campo de oposición demócrata más fuerte de la historia. Y de esos seis, cualquiera puede prevalecer. En un año normal. Howard Dean, el que actualmente lleva la ventaja, sería un favorito claro. Está fuertemente posicionado en Iowa, cuyos caucus dan el puntapié de largada a la temporada electoral en cuestión de semanas, y aún más fuertemente en New Hampshire, cuya primaria fue hasta hace poco una infalible hacedora de presidentes. Dean tiene una importante ventaja en la “primaria invisible” de la recaudación de fondos, un indicador más confiable del éxito probable que Iowa y New Hampshire. Solamente en el tercer trimestre de este año, y en gran parte gracias a su empleo innovador de la Internet, Dean recaudó unos 17 millones de dólares, tanto como todo lo que recaudaron sus cuatro rivales más próximos.
En las 10 competencias intrapartidarias que ocurrieron desde 1980, el candidato que recaudó más dinero en el año preelectoral ganó la nominación de su partido nueve veces. Incluso candidatos que lideraron la encuesta Gallup en el año electoral prevalecieron sólo ocho veces. Pero 2004 no será un año normal. Para empezar, el mito de New Hampshire se ha desmoronado, después de que tanto Bill Clinton como Bush conquistaran la Casa Blanca pese a que no ganaran esa primaria. Lo que es más, las tranquilas canteras de las primarias de años pasados son un recuerdo remoto. Esta campaña será una carrera de larga distancia.
Como consecuencia, Iowa el 19 de enero y New Hampshire el 27 de enero importarán menos. Una semana después, los candidatos podrán remediar sus malos desempeños allí si salen razonablemente bien en los seis estados que tienen primarias el 3 de febrero. Cuatro días después vota Michigan, seguido el 10 de febrero por Virginia y Tennessee.
El clímax llegará el 2 de marzo, seis semanas después de los caucus de Iowa. En pasadas campañas, las primarias estatales sincronizadas de comienzos de marzo eran conocidas como el “Supermartes”. Pero ese día de 2004 verá un auténtico “Martes Cósmico”, incluyendo también los premios mayores de California, Nueva York y Texas, así como Ohio, Maryland, Massachussetts y otros.
Sería asombroso si todo no quedara definido para entonces –que es lo que buscan los veteranos del Partido Demócrata, determinados a dar al nominado el mayor tiempo posible para concentrarse en derrotar a Bush–. Todavía es posible que Dean gane Iowa y New Hampshire de modo tan concluyente que se vuelva imparable. Pero Wesley Clark y John Edwards llevan la ventaja en Carolina del Sur, un estado clave del 3 de febrero. Joe Liberman lleva la delantera en las encuestas en otros dos estados, Arizona y Delaware. Segundo en las encuestas en casi todos lados está John Kerry, y ¿quién puede descartar a Richard Gephardt, si gana en Iowa y luego en su Missouri nativa?
“Las novedades, querido, las novedades”, fue el modo en que el ex premier británico Harold McMillan caracterizó una vez el mayor problema de un político. Pero, Irak al margen, las chances actuales son que Bush prevalecerá dentro de 12 meses. Mucho antes de eso, sin embargo, laelección de su oponente puede proveer el drama suficiente para llenar cualquier año presidencial.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.