El presidente colombiano, Alvaro Uribe, podría renunciar y adelantar las elecciones presidenciales en caso de perder respaldo político, dijo ayer su ministro del Interior, Fernando Londoño, en declaraciones que provocaron una tormenta en el gobierno. Londoño advirtió a los partidarios de Uribe que si dejan de apoyarlo crearían una “crisis sin precedentes”. Pero horas después, el mismo Uribe señalaba en un discurso que seguirá en el poder los tres años que le faltan. Sorprendido por las declaraciones de Londoño, el ex presidente Ernesto Samper dijo que el ministro actúa como “un pirómano”. Uribe intenta recuperarse del mal trago del pasado 25 de octubre, cuando el referendo que había impulsado no fue aprobado por los colombianos y surgieron las fricciones con el Congreso y los que hasta ahora habían sido sus aliados. Pero pese a esa derrota, una encuesta asegura que el 80 por ciento de los colombianos aprueba su gestión.
“No disminuyo en un ápice la significación que tendría el que se dejara de respaldar al gobierno”, sostuvo Londoño, que la semana pasada puso su renuncia a disposición de Uribe luego del fracaso del referendo que él mismo impulsó junto al presidente. Según el ministro, si sus partidarios dejan de apoyar a Uribe, esto generaría “una situación de crisis sin precedentes” que sólo se podría resolver con “elementos extremos” como anticipar las elecciones, algo que, según Londoño, el presidente ha llegado a considerar. Según Londoño, Uribe dijo que no permanecerá en la presidencia “simplemente para sobrevivir dos o tres años si no puede hacer nada por la Nación”. Pero ante la reacción que desencadenó esta última frase, el ministro tuvo que hacer una declaración pública para suavizar lo que había dicho antes. “El sentido de mi conversación era que el presidente estaba en pleno ejercicio de su poder, que buscamos superar los resultados adversos que tendría una caída del referendo, y que él no es el tipo de persona que se queda atornillado a un cargo que no tiene ningún sentido”, dijo Londoño esta vez. Y aclaró que sólo se adelantarían las elecciones en caso de que el país llegara a una “situación de parálisis extrema”, algo que “por supuesto” no tiene nada que ver con la situación actual. Según el ministro, el presidente “cuenta con el respaldo del país y de su bancada”.
Ante las polémicas declaraciones de Londoño, el ex presidente Ernesto Samper aseguró que el papel del ministro es “apagar los incendios pero está actuando como un pirómano”. Por su parte, el senador conservador Luis Humberto Gómez sostuvo que todo lo que dice el ministro es consultado con el presidente. “Pero no deja de ser una gran torpeza política, totalmente inconveniente para el país”, agregó.