Los choques entre Israel y Palestina continuaron ayer con cuatro ataques en los que fueron asesinados 3 israelíes y 22 resultaron heridos, uno de los agresores murió y otro joven palestino falleció en un choque con soldados israelíes. El movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, bendijo las embestidas contra israelíes en Jerusalén y en la ciudad de Raanana. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, afirmó que las últimas agresiones contra objetivos israelíes no fueron organizadas, pero respondieron a la instigación de Hamas, la Autoridad Palestina y países de la región. Estados Unidos, en tanto, condenó los ataques “terroristas” cometidos por palestinos en Jerusalén y el secretario de Estado, John Kerry, llamó a israelíes y palestinos a poner fin a la violencia. El ministro de Asuntos Exteriores de Palestina, Riad al Malki, dijo que su gobierno está en contacto con distintos foros internacionales en busca de apoyos para frenar la escalada de violencia y negó la posibilidad de una inminente tercera intifada. La Liga Arabe pidió convocar a una reunión urgente de los ministros árabes de Exteriores para establecer una estrategia común frente a la cuestión palestina y a las operaciones que Israel lleva a cabo en Jerusalén en las últimas semanas.

Jerusalén fue de nuevo blanco de varios ataques: un israelí fue apuñalado y, en otro atentado, el más sangriento hasta ahora, perpetrado por dos palestinos, murieron 2 israelíes y 16 fueron heridos. Este último hecho tuvo lugar por la mañana en Armon Hanatziv, asentamiento judío ubicado en Jerusalén Este, limítrofe con la población palestina de Yabel Mukaber, desde donde llegaron los dos jóvenes de 22 y 24 años, que asaltaron un ómnibus, según mostraron imágenes difundidas por la policía israelí. “Los atacantes se subieron en el autobús con una pistola y un cuchillo y, dentro del vehículo, atacaron a cuatro personas y les provocaron heridas de diversa consideración”, señaló a los medios Yaser Aroni, responsable de la policía del distrito que señaló, además, que una patrulla intentó abordar el micro y, aparentemente, “los agresores se lo impidieron y continuaron atacando a personas inocentes desarmadas”.

Testigos que iban a bordo de otro ómnibus aseguraron que el conductor del vehículo asaltado cerró las puertas y abandonó el micro para dar la voz de alarma, lo que habría provocado el gran número de heridos. Un agente de la Policía de Fronteras abrió fuego contra uno de los agresores, que finalmente resultó muerto, el otro atacante fue detenido en el lugar, informó el vocero policial Micky Rosenfeld. Ataque precedido por otro, que fue grabado por cámaras de video y difundido por Internet, en el que un palestino atropelló –aparentemente, en forma intencional– a varias personas que esperaban un autobús en el barrio ultraortodoxo de Mea Shearim, antes de salir de su coche y apuñalar a varios pasajeros: mató a una persona e hirió a otras siete, hasta que las fuerzas de seguridad llegaron al lugar y lo abatieron a tiros.

Otros dos ataques se registraron ayer en la ciudad israelí de Raanana, al norte de Tel Aviv: un palestino acuchilló al menos a seis personas, una de las cuales se encontraba, según servicios de emergencia, en situación muy grave, antes de ser reducido por ocasionales peatones hasta que la policía llegó al lugar. Un agresor palestino y un israelí resultaron heridos en otro incidente. Los dos autores de estas agresiones, que tuvieron lugar en apenas dos horas, son vecinos de Kfar Aqued, localidad ubicada junto a la población palestina de Beit Hanina, en Jerusalén Este. A estos incidentes se suma la agresión, también con arma blanca, de un judío israelí contra otro, al que confundió con un árabe, en la localidad de Kiriat Ata, en el norte de Israel.

Según medios israelíes, el 80 por ciento de los palestinos que perpetraron los 22 apuñalamientos contra israelíes en los últimos 13 días proceden de Jerusalén Este, dato que llevó al alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, a pedir al gobierno el cierre de los barrios árabes, en la parte ocupada de la ciudad. Netanyahu, que mantuvo ayer una reunión de emergencia con su gabinete para analizar la situación, advirtió que “Israel ajustará cuentas con los asesinos, con los que intentan asesinar y con quiénes los asistan” y anunció una serie de medidas para acabar con la incitación y el terrorismo, que serán aplicadas cuanto antes. Según el Canal 2 de la televisión israelí, el gobierno piensa desplegar al ejército –en Jerusalén, especialmente–, rodear los barrios palestinos de esa ciudad con fuerzas de seguridad, demoler viviendas de quienes perpetren ataques y revocar los derechos de residencia de los familiares de los atacantes.

Ayer, los altavoces de las mezquitas de Gaza capital y otras ciudades de la Franja, rezaron: “Hamas bendice los heroicos ataques ocurridos esta mañana en la Palestina ocupada. Instamos a los jóvenes a continuar y matar a todo israelí en todas partes cuando los vean. Enfréntate a ellos allí donde los veas”, se oyó desde los megáfonos, que anunciaron que lo que viene será más duro y más violento.

Al leer un comunicado durante una conferencia de prensa en Boston, rodeado por el secretario de Defensa Ashton Carter y sus pares australianas Julie Bishop y Maryse Payne, Kerry señaló que Estados Unidos condena “con la mayor fuerza los ataques terroristas de hoy (por ayer) contra civiles israelíes que provocaron la muerte de tres israelíes y numerosos heridos”.

Según el vocero Stéphane Dujarric, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó “los actos de terrorismo a los que asistimos en Israel y Palestina”. De igual modo, sostuvo que “el uso aparentemente excesivo de la fuerza por las fuerzas de seguridad israelíes” también es preocupante y debe ser examinado seriamente.

El ministro de Asuntos Exteriores de Palestina aseguró que su pueblo no busca una tercera intifada. “Netanyahu está buscando e instigando una nueva intifada, empujando a los palestinos hacia una confrontación, pero lo queremos evitar y no darle ese gusto”, dijo Al Malki. En un encuentro en El Cairo, el delegado emiratí, Mohamed bin Nejaira, propuso ante el Consejo de la Liga Arabe la convocatoria a un encuentro de nivel ministerial para debatir las violaciones y los abusos de Israel. Y señaló que es necesario exigirle a Tel Aviv responsabilidad legal y penal por esos delitos, que constituyen crímenes de guerra y contra la humanidad.