EL MUNDO › EXPIRó EL PLAZO PARA FORMAR GOBIERNO TRAS LOS FRAGMENTADOS COMICIOS DE DICIEMBRE
El rey no pudo proponer un candidato a la presidencia por no contar ninguno con los apoyos suficientes. Las elecciones se repetirán el 26 de junio, tras haber fracasado toda posibilidad de acuerdo entre los partidos.
› Por Flor Ragucci
Página/12 En España
Desde Barcelona
Este era el último intento de evitar la repetición de elecciones en España, y fracasó. En su tercera ronda de consultas para conseguir un candidato capaz de ser investido presidente, el rey Felipe VI tuvo que admitir que no queda más alternativa que ir a las urnas el próximo 26 de junio y que los ciudadanos decidan nuevamente a quién quieren al mando del Estado. “No cuento con más de 131 escaños”, le dijo Pedro Sánchez -el líder del partido socialista (PSOE)- al monarca al iniciarse la reunión que mantuvieron ayer por la tarde, luego de que ya se hubieran producido los encuentros con el resto de formaciones y una hora antes de que la ronda se cerrara con la visita de Mariano Rajoy a la Zarzuela.
“Estamos abocados a nuevas elecciones”, reconoció Sánchez en rueda de prensa, a la vez que cargó directamente contra Pablo Iglesias por haber sido, en su opinión, el culpable del “bloqueo”. Los partidos de izquierda tuvieron casi en tiempo de descuento una última oportunidad de formar una alianza que les permitiera la mayoría necesaria de apoyos en el Congreso pero no prosperó, como tampoco lo hicieron las diversas iniciativas que, desde los comicios del 20 de diciembre, se sucedieron infructuosamente. Según el secretario general de los socialistas, su partido dijo “sí con matizaciones” a la propuesta hecha este lunes por la formación valenciana Compromís para crear un gobierno en coalición con Podemos, sus confluencias en el territorio español, Compromís e Izquierda Unida (IU), pero para estos grupos de izquierda las condiciones impuestas por Sánchez eran inasumibles.
Los socialistas aceptaron 27 de las 30 medidas presentadas por la organización valenciana aunque se negaron a formar parte de la coalición que este documento proponía, exigiendo un gobierno presidido por ellos, con la participación de “independientes”. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, lamentó la respuesta del PSOE y suscribió a la opinión de la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, quien consideró “un insulto” la contraoferta recibida a su documento de treinta medidas, entre las que destacaban la protección contra los desalojos por impago a la banca, la implantación de una renta básica de ciudadanía, la lucha contra la corrupción y la derogación de las reformas laborales. “Era una propuesta que iba en la línea de lo que llevamos proponiendo durante varios meses. Era un esfuerzo que nos hubiese gustado que se hiciera realidad, pero, por desgracia, he visto el no del PSOE. Creo que el señor Sánchez ha dicho demasiados no. Dijo no a la propuesta del Gobierno de coalición y cuando dije que me quitaba de en medio, dijo también que no”, recalcó Iglesias en la rueda de prensa posterior a su encuentro con el rey.
En el mismo diálogo imposible que se viene repitiendo desde el comienzo de las negociaciones en enero, ayer Iglesias culpó a Sánchez y Sánchez culpó a Iglesias de tener que volver a las urnas. Mientras que el número uno de Podemos acusaba al PSOE de “poco serio” por “perder otra oportunidad”, el líder socialista afeaba a Podemos por “haber traicionado el valor con el que nació” que, a su juicio, era “el cambio”. Desde el punto de vista de Sánchez, fue Iglesias el que “ha cerrado la puerta y ha echado el candado a esa contrapropuesta que hemos ofrecido” al documento de la coalición valenciana y enfatizó su agradecimiento a Mónica Oltra y Joan Baldoví – los líderes de Compromís– por haber intentado llegar a un acuerdo.
“Podemos es el que siempre ha dicho que no”, remarcaba Sánchez. “Ha antepuesto los sillones al cambio en este país. El señor Iglesias nunca quiso pactar, nunca quiso ver a un presidente socialista al frente de la Moncloa”, expresó indignado en una conferencia de prensa que tuvo el ataque a Podemos como protagonista. El secretario general del PSOE no solo arremetió contra la formación violeta por no haber accedido a apoyar su pacto con el partido de centroderecha Ciudadanos, sino que aprovechó la supuesta “crisis interna” de Podemos para descalificarlos: “Ganó el ala dura y perdió la de Errejón”, dijo Sánchez en un momento de la rueda de prensa. “Allí donde no está el señor Iglesias hemos llegado a acuerdos. La pena es que Errejón no sea una persona de peso en Podemos para intentar llegar a acuerdos”, señaló, aunque después matizó el comentario agregando que él es “respetuoso” con la vida orgánica del resto de partidos.
Sánchez insiste en que muchas de las medidas pactadas con Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, eran “perfectamente compatibles” con el resto de fuerzas de izquierda que las rechazaron pero tanto Podemos como Izquierda Unida siguen siendo tajantes al respecto . Este fue uno de los escollos centrales que impidieron el acuerdo para un gobierno de coalición y que condujeron al fracaso de la investidura de Pedro Sánchez en la votación del Congreso los pasados 2 y 4 marzo. En ambas jornadas, el candidato socialista solo obtuvo los apoyos de su partido, de Ciudadanos y de Coalición Canaria, los cuales eran insuficientes para superar la mayoría simple en la segunda votación que necesitaba para constituirse en presidente.
Desde entonces, las posiciones de todos los partidos se hallan enrocadas y a nadie sorprende que, finalmente, el rey proceda el próximo martes 3 de mayo a firmar la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones, de acuerdo a los plazos fijados por la Constitución que otorgaban dos meses desde la sesión de investidura. De hecho, la campaña que teóricamente empezará el 10 del junio para los comicios del día 26, ya lleva por lo menos una semana en marcha. Mariano Rajoy salió triunfante este domingo a hablarle a las juventudes de su partido, proclamando estar “en forma, con ganas y dispuesto una vez más a dar la batalla por el Partido Popular, por España y por los españoles”, mientras que insistía en culpar al PSOE y a Ciudadanos de haber impedido la “gran coalición” a tres bandas que él postulaba para evitar la repetición de comicios.
Pablo Iglesias, por su parte, aprovechó la Fiesta de la Primavera que el domingo pasado celebró su partido en Madrid para reimpulsar su camino hacia la presidencia de cara a nuevas elecciones generales. Iglesias prometió ser “generosos” si quedan por delante del PSOE, persuadido de que hay muchos socialistas que “se mueren de vergüenza” por su pacto con Ciudadanos y que preferirían estar gobernando con Podemos. “A esa gente le vamos a tender la mano siempre y si dentro de unos meses hay una coyuntura en la que tenemos que liderar el gobierno del cambio, les tenderemos la mano y les hablaremos de igual a igual. Ojalá que rectifiquen y no vuelvan a pactar con los que hasta hace nada llamaban las derechas”, concluyó ante los miles de asistentes al acto, calentando motores para la nueva edición de esta interminable carrera hacia la Moncloa.
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