Al menos 25 personas murieron ayer en nuevos bombardeos contra las zonas rebeldes de la ciudad de Alepo (foto) y en otra ciudad de la provincia, en el norte de Siria, indicaron servicios de urgencia. Estos ataques suceden al día siguiente de los bombardeos rebeldes contra los barrios controlados por el régimen de Bashar al Assad en el oeste de Alepo, causando al menos 19 muertos.

Ayer, 15 civiles murieron en los ataques contra los barrios rebeldes, en el este de la ciudad, dividida en dos desde julio 2012, según informaron rescatistas de la defensa civil, reconocibles con su casco blanco.

Y cinco de estos rescatistas perdieron la vida en un ataque aéreo contra su sede en Atareb, una ciudad al oeste de Alepo, controlada por rebeldes islamistas, anunció el grupo en Twitter.

No estaba claro si los ataques en Atareb, a 35 kilómetros de Alepo, habían sido llevados a cabo por la aviación siria o por sus aliados rusos.

Al menos dos civiles murieron por disparos de cohetes de los rebeldes sobre un sector del oeste de Alepo, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Otros tres civiles –dos mujeres y un niño– murieron por fuego de artillería del gobierno sobre un barrio del este de la ciudad, indicaron los rescatistas.

En total, desde el viernes más de 100 civiles perdieron la vida en esta ciudad, donde los artilleros de los dos bandos así como la aviación del régimen disparan contra los habitantes.

En las últimas semanas, las hostilidades se multiplicaron en la provincia de Alepo, pese a que está en vigor en Siria un alto el fuego, aceptado por el gobierno de Damasco y la Comisión Suprema para las Negociaciones, principal alianza opositora, y del que están excluidos el grupo jihadista Estado Islámico y la filial de Al Qaida local, el Frente al Nusra. Estos bombardeos ponen en peligro la tregua que rige desde el 27 de febrero, auspiciada por Estados Unidos y Rusia para intentar poner fin a un conflicto que ha dejado más de 270.000 muertos en cinco años.