Miércoles, 4 de mayo de 2016 | Hoy
EL MUNDO › EL MAGNATE GANó LAS PRIMARIAS EN INDIANA
Los dos rivales republicanos no pueden con la “trumpmanía” y el polémico candidato millonario tiene al alcance de las manos la nominación de su partido. Del lado demócrata, Hillary Clinton lleva ventaja sobre Sanders.
El millonario Donald Trump venció ayer las primarias del Partido Republicano en Indiana y ya tiene al alcance de las manos la nominación para las elecciones presidenciales de noviembre, a pesar del movimiento para detener su marcha. De acuerdo a todas las proyecciones, Trump consiguió alrededor de 50 por ciento de los votos en Indiana, destrozando así las ilusiones del ultraconservador senador Ted Cruz y el moderado gobernador de Ohio, John Kasich, de frenar la “trumpmanía”. En la interna demócrata, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton aparecía levemente por delante del senador Bernie Sanders al cierre de esta edición.
Se trata de una victoria contundente para Trump, no tanto por el importante número de delegados conseguidos en la jornada, sino por aplicar un golpe devastador en las tentativas de impedir que garantice la nominación antes de la convención partidaria, prevista para julio en Cleveland.
El magnate precisa sumar 235 delegados para garantizar la candidatura presidencial a las elecciones de noviembre y evitar una difícil e impredecible negociación en la convención Republicana. En Indiana están en juego 57 delegados: 30 son para quien gane la primaria del estado. Los 27 restantes se distribuyen en partes iguales entre los nueve condados del estado, y terminan en la bolsa del candidato más votado en cada uno de esos distritos.
Cruz y Kasich no tienen ninguna posibilidad matemática de ganar la carrera interna por la nominación, pero ambos mantenían la esperanza de forzar una negociación en la convención. Las ilusiones especialmente por parte de Cruz se centraban en una primera ronda de votación sin un vencedor en la convención, para buscar la victoria en una ronda posterior, cuando los delegados están liberados para apoyar al candidato que escojan.
Sin embargo, en la jornada, el portavoz de la campaña de Cruz, Rick Tyler, dijo a la red te televisión MSNBC que si Trump lograba una victoria contundente en Indiana,”podría ser el fin”.
Pero el senador, del movimiento ultraconservador Tea Party, ya adelantó que competirá “hasta el final”, buscando un triunfo en California, donde estarán en disputa nada menos que 475 delegados.
Cruz y Trump se atacaron mutuamente en un frente inusual ayer: una nota en un tabloide que vincula al padre de Cruz con el asesino de John F. Kennedy, Lee Harvey Oswald, y que el magnate mencionó en su entrevista con Fox News. “Ese hombre es un mentiroso patológico”, dijo Cruz en Evansville, Indiana. “El mayor narcisista. Absolutamente amoral”, añadió.
“Si Indiana no actúa, este país podría bien sumergirse en el abismo”, afirmó.
En tanto, entre los Demócratas, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton aparecía levemente por delante del senador Bernie Sanders. Clinton precisa sumar aproximadamente 200 delegados para sellar la difícil disputa con Sanders. Bajo el sistema demócrata de distribución proporcional de delegados, aún perdiendo ajustadamente en Indiana, Clinton seguirá sumando. Los demócratas reparten 83 delegados en este estado del norte de Estados Unidos, cuyo sector manufacturero atraviesa una depresión, que llevó a Sanders a enfocarse en los acuerdos comerciales que impulsa el gobierno estadounidense.
“Necesitamos una política comercial que trabaje para la clase media y las familias trabajadoras y no solo los presidentes de las grandes compañías”, dijo Sanders a la prensa durante la jornada. Clinton “ha virtualmente apoyado cada uno de esos desastrosos acuerdos comerciales”, agregó.
Clinton sumaba hasta ayer 1.163 delegados y Sanders 1.367 delegados, incluidos los superdelegados. Estos últimos son miembros del Partido Demócrata capaces de decidir por sí mismos a quién apoyan en la convención. No están obligados a votar por quien salió elegido en las primarias de su estado y, si lo desean, pueden cambiar su voto en la convención. A Clinton le bastaba un 20 por ciento de los aproximadamente mil restantes para sellar su candidatura, que requiere de 2.383.
Sanders dejó claro el domingo que no va a tirar la toalla fácilmente y aseguró que la Convención Nacional Demócrata también va a ser una convención disputada. “Es virtualmente imposible para Hillary Clinton alcanzar la mayoría de delegados de la convención para el 14 de junio con sólo los delegados comprometidos. Necesitará superdelegados para ganar. La convención será disputada”, advirtió el senador por Vermont.
Mientras tanto, la exsecretaria de Estrado parecía ya pasar la página en Indiana, y se enfocaba en responder los ataques de Trump. “La gente ha lanzado cosas sobre mí por 25 años y aquí estoy, al borde de ser la primera mujer nominada por un partido nacional para ser presidente”, dijo Clinton en Virginia Occidental, que vota en una semana.
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