Desde Nueva York

Los conservadores de base se están movilizando urgentemente para encontrar formas de interrumpir la convención republicana en julio, como reuniones en lugares alternativos, en un intento de frustrar la nominación de Donald Trump.

Todavía en pañales, el movimiento surgió de la convicción de que todavía será posible “desvincular” a los delegados que asisten a la convención de Cleveland, lo que les permite votar de acuerdo con su conciencia y no de acuerdo con los candidatos que prevalecieron en sus primarias estatales.

Un grupo, llamado El Comité para salvar el liderazgo de nuestro Partido, le dijo a The Independent que le pedirá a los delegados que albergan dudas sobre Trump y sus credenciales conservadoras que se nieguen a entrar en el Quicken Loans Arena, la sede oficial de la Convención, se reunan en otro lugar y sólo acuerden a aparecer una vez que todos los delegados han sido liberados para votar por quien deseen.

Estos rumores de la base conservadora llegan al mismo tiempo de los intentos que se han hecho en los últimos días en un nivel superior del partido para reclutar a un candidato alternativo de alto perfil para desafiar a Trump con un tercer partido para la presidencia.

Encabezado por el candidato nominado en 2012, Mitt Romney, el intento de un percer partido no parece ir a ninguna parte. Entre aquellos que fueron entrevistados –y que han puesto reparos– se encuentran John Kasich, el gobernador de Ohio y el último rival de Trump en el campo republicano hasta que se retiró, y el cubano Mark, un tiburón de las finanzas, como Trump, un conductor de un reality show de television.

Reince Priebus, el presidente del Comité Nacional Republicano, denunció la semana pasada e los esfuerzos de Romney detrás de las escenas como una “misión suicida”, que quebraría el partido. Al final, probablemente estén condenados debido a que los plazos para obtener un tercer candidato en las papeletas en todos los estados son demasiado cortos o, en el caso de Texas, ya han pasado.

Sr. Priebus enfureció a muchos en el partido cuando corrió para endosar a Trump pocos minutos de su victoria en las primarias de Indiana hace dos semanas, cuando el senador Ted Cruz de Texas se retiró, pero Kasich técnicamente aún estaba en carrera.

“Este es un movimiento de base, esto no tiene precedentes”, Ie dijo a The Independent Ian Bayne, una locutora de radio en Bloomington, Illinois, y ahora portavoz del Comité para salvar el liderazgo de nuestro Partido, que secuestrando a tan sólo 200 delegados “en un Ramada hotel a la vuelta de la esquina “de la misma convención podría ser suficiente para evitar que Trump ganara la nominación en la primera ronda.

“Lo que estamos diciendo es que no hay nada en las reglas que esté en contra de esto”, explicó. “Y si no estamos allí (en el Quicken Loans Arena), si esos delegados no están allí, entonces no pueden votar. Los podemos mantener afuera hasta que los otros delegados estén libres”.

El objetivo de Bayne, que no va a ser un delegado a sí mismo, es primero evitar que Trump consiga la nominación y luego que la convención elija al senador Cruz en su lugar. “¿El propósito es deener a Trump? Sí, lo es, “dijo con claridad.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhére.