“Lo que hizo Almagro es un intento de aislar a Venezuela”, sostiene a Página/12 el diputado de la Asamblea Nacional (AN) venezolana por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Héctor Rodríguez Castro. El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, invocó la semana pasada la Carta Democrática para Venezuela y convocó una reunión del Consejo Permanente. Luego de debatir por diez horas, los países no consideraron conveniente activarla y llegaron a un consenso en torno de la propuesta argentina que insta al diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición para encontrar una solución a la crisis política en el país caribeño. “Es interesante que en Brasil se acabe de dar un golpe de estado y que la OEA no se haya pronunciado, dice Castro, quien vino a la Argentina a participar de un encuentro sobre “La Revolución Bolivariana hoy” en el Centro Cultural de la Cooperación. “Han logrado por distintas vías cambiar el escenario latinoamericano en cuanto a sus gobiernos, pero nadie puede negar que las fuerzas progresistas de izquierda son mucho más contundentes que en los 90. Frente a la postura agresiva de los Estados Unidos pudimos generar una nueva ola de movimientos anti imperialistas, aunque han hecho un esfuerzo enorme por retomar el control de lo que consideran su patio trasero.”

Rodríguez es el jefe de bancada del bloque oficialista, electo para el periodo 2016-2021. Fue ministro de Educación, encabezó el Ministerio de Deporte y Juventud y es uno de los miembros más jóvenes dentro del Gobierno Nacional de Venezuela. “Es el mismo Gobierno venezolano el que debería solicitar la Carta Democrática”. Reconoce que el país está viviendo una gran dificultad por la bajada de los precios petroleros y señala que la oposición lo está utilizando como plataforma para sacarle provecho político. “Es una Asamblea inútil. Tenemos una oposición miserable. El presidente (Nicolás Maduro) ha manifestado su intención de demandarlos ya que están asumiendo funciones que no les corresponden. Varios diputados han solicitado en países extranjeros, en la OEA y en Estados Unidos la intervención en asuntos venezolanos y eso es un delito constitucional”.

El líder opositor Henrique Capriles rechazó el viernes el diálogo con el Gobierno porque dijo que lo único que han escuchado son insultos y amenazas. Para que eso se lleve a cabo puso como condición que se acepte el referéndum revocatorio del mandato de Maduro, que fue solicitado el 2 de mayo con la entrega de 1.85 millones de firmas de electores, y se le ponga fecha. Para el diputado chavista el Gobierno va a hacer todo lo necesario para garantizar la paz de Venezuela, pero sin claudicar a sus principios. “El referéndum es una opción de la constitución que está reglamentada desde el 2011. Pero quieren imponerlo a la fuerza y eso no lo vamos a permitir. ¿Cuál será la fecha? Cuando ellos terminen los requisitos para poder llevarlo adelante. Ahora hay que concentrarse en los problemas económicos”. Además, aclaró que si hay diálogo, ni la derecha ni Estados Unidos pueden imponerles su voluntad.

El Secretario General de Unasur, Ernesto Samper, reveló que en París habrá una nueva reunión de mediación entre el Gobierno y la oposición de Venezuela, porque considera que el diálogo entre ambas partes es una obligación. Ya hubo una primera mediación de tres ex mandatarios (El ex jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los ex presidentes Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá) con representantes del gobierno y la oposición venezolanos para buscar el marco para un diálogo nacional. Esta intervención se relaciona con el pedido de la oposición en Venezuela de la realización del referéndum y porque el país petrolero vive una severa escasez de alimentos y medicinas, con una inflación considerada como la más alta del mundo (180,9 por ciento en 2015 y proyectada por el FMI en 700 por ciento para 2016) y altos índices de inseguridad. Rodríguez, cree que polarización no es negativa, pero sí que la oposición no siga las reglas del juego. “Los ingresos petroleros representan el ochenta por ciento de nuestros ingresos y la bajada de la renta obliga a tomar medidas. Lamentablemente, la oposición pone sus intereses políticos por encima de la necesidad del país y deberíamos aspirar a que las diferentes partes dejen de lado sus intereses, pero no es así. Estamos viviendo un momento de emergencia y si no pueden dejar de lado sus miserias y trabajar en una solución, la Revolución tendrá que hacerse cargo y al mismo tiempo dedicar tiempo y energía al debate y a la pugna política.”

En el documento de 132 páginas presentado por Almagro, donde analiza la situación del país caribeño, se hace un pedido al Gobierno de Maduro para que libere a los presos políticos. En relación a esto, el diputado aclara que no hay personas presas por pensar distinto. “Hay una clara diferencia entre una persona que está presa por opinar distinto a la que comete un delito. En Venezuela hay un conjunto de personas que militan políticamente que generaron una acción que dejó 43 muertos y 800 heridos. En cualquier país del mundo si yo como político convoco una manifestación que dura tres meses, disparo, quemo centros de educación y de eso resulta gente muerta y herida, para derrumbar un gobierno, voy preso. Los medios le preguntaron a Leopoldo López (líder opositor de Voluntad Popular que cumple una condena de 13 años y 9 meses de cárcel) cuándo iba a parar y respondió que cuando caiga el gobierno. No pueden pedirle a nadie que quede exento de la pena por los delitos que cometió”.

La AN declaró que en Venezuela hay una crisis humanitaria de salud, con escasez de medicamentos (Según la Federación Farmacéutica de Venezuela es alrededor del 80 por ciento) y de equipos médicos, así como también un deterioro de hospitales públicos. El mismo Rodríguez aseguró que a diferencia de lo que muchos creen, él también hace colas para conseguir medicamentos. “Salud y medicamentos son los dos temas más urgentes. Esas cosas nosotros las importamos y al tener menos recursos petroleros tenemos menos capacidad de importación. Planteamos administrar mejor los pocos recursos que tenemos y levantar la capacidad productiva. Hoy producimos el 26 por ciento de nuestros medicamentos pero tenemos capacidad instalada para producir el 76 por ciento.”