El ex presidente de Brasil Luíz Inacio Lula da Silva calificó el juicio político contra Dilma Rousseff como un acto de venganza, y recordó que nadie ha podido explicar hasta ahora qué delitos ha cometido la suspendida mandataria.

“El impeachment o juicio político con fines de destitución fue un acto de venganza del entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha por no ayudarlo cuando lo acusaron de corrupción. Él no hizo ningún secreto de ello”, aseguró Lula en una entrevista con la revista alemana Der Spiegel. “Nadie ha podido explicar hasta ahora de qué delitos es culpable. Toda esa historia con los presupuestos no es más que una excusa barata. Quien esté descontento con el último resultado electoral debería esperar hasta las próximas elecciones. Un cambio abrupto no es bueno para el país”, apuntó.

El pasado mayo el Senado votó a favor de suspender temporalmente a Rousseff durante un plazo máximo de 180 días, durante los cuales será sometida a un juicio político en el Senado acusada de haber practicado maniobras contables para ocultar el verdadero estado de la economía y de haber abierto créditos extraordinarios sin pedir aval del Congreso. Sin embargo, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil recomendó ver las cosas en su contexto y tener en cuenta la recesión económica, la escasa diferencia lograda en las últimas elecciones y el clima envenenado en una sociedad siempre fuertemente polarizada. “Todo esto se refleja en un Parlamento que no sólo bloqueó cualquier borrador de ley de nuestro gobierno, sino que se mantuvo al acecho de una oportunidad para expulsar al PT tras casi 14 años en el poder”, declaró.

En su opinión, ahora parece como si la democracia molestara a una parte de la sociedad, algo que se desprende del odio incivilizado y abierto de la élite conservadora. “El odio de clases de arriba hacia abajo es mucho más violento que el odio de abajo hacia arriba. Se promueve a través del poderoso grupo de televisión Globo, que en las manifestaciones masivas de 2013 incluso interrumpió su telenovela para llamar a la gente a salir a la calle”, indicó. Asimismo, durante la entrevista se defendió de las acusaciones de corrupción. “Globo me tildó de político corrupto”, afirmó. “Algunas veces tengo ganas de encadenarme a las puertas de Globo y hacer huelga de hambre hasta que prueben que soy corrupto. Me quieren minar de cara a la opinión pública”, agregó el ex presidente.

Para Lula las posibilidades de que el juicio político no se concrete son buenas. “Es necesario conseguir el apoyo de sólo seis senadores”, dijo. Además, se refirió al presidente interino, Michel Temer y afirmó que cometió muchos errores. “ Temer se comporta como Fidel Castro, que se estableció en La Habana con sus guerrilleros. Temer parece creer que estará en el poder durante 70 años. Cambió el comando de todos los puestos importantes, los ministerios, el Banco Central, y Petrobras. Es absurdo”, criticó Lula.