EL MUNDO › SE PUSO EN MARCHA UN ALERTA ESPECIAL EN ARGENTINA
Operativo antiterrorista
Por Raúl Kollmann
La Policía Federal puso ayer en marcha un alerta especial en la Argentina y, fundamentalmente, en los llamados objetivos judíos e israelíes, en prevención de un eventual atentado como represalia por la muerte del jeque Ahmed Yassin. La orden es reforzar el alerta de la semana pasada, después de los atentados de Madrid, cuando se implementaron medidas especiales en los objetivos norteamericanos, ingleses, españoles y judíos. Desde ayer, se pone más atención todavía en estos últimos.
En concreto, el operativo puesto en marcha consiste en reforzar la cantidad de policías que están a las puertas de clubes, instituciones y sinagogas judías, además de todo lo relacionado con los diplomáticos israelíes o las cámaras empresarias. Además, se intensifican los patrullajes justamente para controlar movimientos cercanos a esos edificios y verificar que las custodias se estén haciendo. Ni en la embajada de Israel ni en la AMIA los efectivos policiales estuvieron en sus puestos.
Pese a las medidas adoptadas ayer bajo supervisión de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal, el diagnóstico que se maneja en el Gobierno es que la Argentina ya no aparece como objetivo de primer nivel para terrorismo islámico. Estas son tres diferencias que marcan el escenario actual del que existía en 1992 o 1994.
- El gobierno de Carlos Menem envió naves a la guerra del Golfo, mientras que los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner rechazaron cualquier intervención en la invasión a Irak y se declararon en contra de la ofensiva de George W. Bush. Los ataques de origen fundamentalista suelen cometerse en países que ven como hostiles. En verdad, casi no hubo atentados contra Brasil o los países europeos que han mantenido buenas relaciones con los países árabes. Y lo propio ocurría con España, hasta que se alió a Bush en la invasión a Irak.
- Carlos Menem era aborrecido por los sectores islámicos especialmente por ser de origen árabe y haberse convertido al catolicismo, por su política de relaciones carnales con EE.UU. y porque, según evidencias que aparecen nítidamente demostradas en varias causas judiciales, Menem consiguió aportes económicos y apoyos para su campaña electoral prometiendo a cambio a distintos dirigentes árabes que les aportaría apoyo a sus posturas en los foros internacionales, tecnología militar e incluso nuclear.
- Hay mayor experiencia en antiterrorismo, tanto desde el punto de vista policial como en materia de inteligencia, además de que existen contactos más fluidos con los servicios de inteligencia de otros países.
Hamas no es una organización que tenga tradición o experiencia en la realización de atentados fuera del escenario de Medio Oriente. Pero a raíz de hechos como los de ayer, cualquiera de los grupos islámicos fundamentalistas podría protagonizar la represalia. En febrero de 1992, un mes antes del atentado contra la embajada de Israel, fue asesinado el líder del Hezbolla, jeque Abbas Mussawi, y se dice que el ataque en Buenos Aires fue la represalia de aquella operación israelí. En junio de 1994, una sorpresiva ofensiva aérea israelí en El Líbano terminó con la muerte de 30 militantes de Hezbolla. Y, también, la historia oficial es que el atentado contra la AMIA fue en respuesta a esa matanza. Estos antecedentes obligan al estado de alerta puesto en marcha ayer, porque aunque las condiciones políticas no sean las mismas, no se puede descartar que alguna organización o incluso un pequeño grupo enfervorizado se largue a armar su propia venganza contra Israel o la comunidad judía.