Jue 04.11.2004

EL MUNDO  › KIRCHNER LE ENVIO UNA CARTA DE FELICITACION AL PRESIDENTE NORTEAMERICANO

“Sería mentir decir que nos fue mal con Bush”

El ministro del Interior fue el encargado de ponerle palabras a la sensación generalizada en el Gobierno que, desde el punto de vista económico, era mejor la continuidad de los republicanos en la Casa Blanca. El Presidente felicitó al triunfador “en nombre de todos los argentinos”.

“En nombre del pueblo argentino, de mi gobierno y en el mío propio, lo felicito por el proceso electoral democrático que ha tenido lugar en su país y por su triunfo”, saludó ayer el presidente Néstor Kirchner a través de una carta a George Bush, luego de que se confirmara su reelección al frente de la Casa Blanca. Aunque ideológicamente el gobierno argentino se sentía más cercano al derrotado demócrata John Kerry, la evaluación que se hacía ayer en la Rosada con el resultado puesto era que, desde lo económico, probablemente lo mejor fuera que siguiera Bush. “Sería mentiroso decir que con Bush nos fue mal”, sintetizó el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Junto con la de Kirchner salieron otras cartas rumbo a Washington. El vicepresidente Daniel Scioli felicitó a su par Dick Cheney y el canciller Rafael Bielsa saludó al secretario de Estado, Colin Powell. Las tres coincidieron en marcar que las relaciones bilaterales se fortalecieron en estos años, por lo que creen necesario profundizar el trabajo en la misma dirección.
“Comprometo mi voluntad y mis esfuerzos a fin de que la relación de amistad que une nuestros países continúe afianzándose, a través del diálogo franco y el respeto mutuo, en la defensa de los valores que compartimos y en los que creemos: el fortalecimiento de la democracia, el respeto de los derechos humanos y el compromiso con la paz y la seguridad globales”, sostiene el párrafo más extenso del mensaje de Kirchner.
Más allá de las palabras protocolares, en Gobierno no había desazón por el resultado en Estados Unidos. “Vamos a plantear una nueva agenda de trabajo que será en positivo, con una variedad de temas basados en inversiones”, explicó, desde Washington, el embajador argentino José Octavio Bordón.
Sin olvidar las buenas perspectivas que podía haber generado un triunfo de Kerry, en la Casa Rosada recordaban el buen feeling que generaron Bush y Kirchner en las dos reuniones formales que mantuvieron y en los demás encuentros circunstanciales que los juntaron en cumbres presidenciales. Bush recibió a Kirchner en la Casa Blanca a mediados del año pasado –aun antes de lo pensado por ambas diplomacias– y allí apoyó la renegociación de la deuda argentina. Incluso, aconsejó a Kirchner “pelearle hasta la última moneda” al Fondo Monetario Internacional.
El mismo clima de confianza se recreó en el encuentro que mantuvieron en enero pasado en la Cumbre de las Américas, en Monterrey, pese a los sombríos pronósticos que la habían rodeado. Incluso, algunos integrantes de la comitiva comenzaron a elaborar teorías que justificaran la buena relación personal de dos presidentes que, en apariencia, no podrían pensar más diferente. Entre otras cosas, imaginaron que se podía explicar en que los dos eran del interior, que les gustaba pelear o que preferían la frontalidad a los vericuetos del lenguaje diplomático.
En Gobierno marcaban, además, que las buenas relaciones se habían materializado en oportunos apoyos norteamericanos en momentos cruciales de las negociaciones con los organismos internacionales de crédito. Y eso pese a que Kirchner se permitió algunos gestos de independencia como, por ejemplo, abstenerse de condenar a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Sea lo que fuere lo que pueda generar esa buena relación, debido a lo resuelto el martes por los electores norteamericanos, tendrá oportunidad de reeditarse en los próximos años.

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