EL MUNDO
› MAYORIA ABSOLUTA DE LOS SOCIALISTAS EN PORTUGAL
Histórico triunfo socialista
Portugal dio un giro masivo a la izquierda en las elecciones legislativas anticipadas de ayer, que ganó por mayoría absoluta el Partido Socialista, con 119 escaños, y cuyo líder José Sócrates se convierte después de esta victoria sin precedentes como primer ministro de su país. Centenares de simpatizantes socialistas festejaban en el centro de Lisboa este triunfo histórico.
La oposición socialista, conducida por José Sócrates, candidato al cargo de primer ministro, obtuvo un 45,03% de votos y al menos 119 escaños de los 230 en juego, según los últimos resultados. Sócrates, un reformista moderado ha logrado lo que ningún otro socialista había logrado antes: la mayoría absoluta del Parlamento. De este modo, este Zapatero portugués como es llamado por algunos, se lleva el cargo de primer ministro.
Los electores sancionaron con severidad al Gobierno de centro-derecha del primer ministro Pedro Santana Lopes. Su Partido Socialdemócrata (PSD) registró su peor resultado desde 1983 al alcanzar sólo un 28,70 por ciento y 73 diputados. Mientras tanto, la coalición de Verdes y Comunistas volvió a ser la tercera fuerza política del país al obtener unos 14 escaños.
Por último, el Bloque de Izquierda (BE, extrema izquierda) consiguió ocho votos. Los tres partidos de la izquierda reunidos representan cerca del 59 por ciento de votos, algo inédito en la historia portuguesa.
El próximo gobierno socialista tendrá que lidiar una situación económica difícil y deberá esforzarse por devolver la confianza a los portugueses, que en un 94 por ciento consideran “mala” su actual situación, con el desempleo más alto en seis años y el temor de ser eliminados de la lista de los países europeos más ricos.
Sócrates anunció que quiere administrar un “choque tecnológico” para estimular la innovación, y luchar contra la pobreza y el desempleo.
Este ex ministro de Medio Ambiente, que ha protagonizado una rápida ascensión dentro de su partido, admira al primer ministro laborista británico Tony Blair, a pesar de sus divergencias sobre Irak. Hijo de un dirigente local de su opositor PSD, él mismo llegó a tener el carnet de sus juventudes, en plena revolución de los claveles.
Sócrates, que se define “muy liberal” en temas de sociedad, fue el primer diputado que habló de sida en el Parlamento y también defendió la imposición de las facturas detalladas a los operadores telefónicos.
Diputado a los 30 años, se ilustró en la defensa de los consumidores y se ganó a los medios de comunicación. Cuarentón de ojos claros, sus críticos le reprochan ser soso, light o estar teledirigido. Sin embargo, él se defiende diciendo que es tímido. “Soy sobrio y tímido”, replicó Sócrates, quien confesó tener mucho temperamento. “Yo era muy alegre pero la muerte de mi hermana (en 1988) me transformó”, explicó el año pasado en una entrevista del semanario Expresso. Disciplinado e implacable, Sócrates es conocido por trazarse un plan y cumplirlo a rajatabla por lo que fue caricaturizado muchas veces como un robot preprogramado. Semejante tozudez le valió lograr lo que ningún otro prócer socialista había logrado: la mayoría absoluta.