En otro tiroteo entre fuerzas estatales y milicianos, cinco militantes de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa fueron heridos ayer en la ciudad de Naplusa, al norte de Cisjordania. Fuentes palestinas informaron que uno de los milicianos resultó gravemente herido. Oficiales de los servicios de seguridad palestinos intentan mediar en un conflicto surgido después que la policía de la Autoridad Nacional Palestina confiscara un auto al parecer robado a un miliciano. El miliciano se presentó en la comisaría y exigió el auto, sin lograrlo. Poco después, un grupo de milicianos apareció con el mismo propósito y al no conseguirlo disparó contra la comisaría, con la inmediata respuesta de los policías.
La anarquía que reina en el norte de Cisjordania amenaza la tregua alcanzada por el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, con las facciones palestinas en Gaza. El atentado suicida del viernes pasado en Tel Aviv, que causó la muerte a cinco israelíes, iba dirigido contra la ANP, según dijo el propio suicida Abdala Badrán, de 21 años, en un video grabado antes de salir de la aldea de Deir al Ghusun, al norte de la ciudad de Tulkarem, ubicada también en el norte de Cisjordania.
El pasado martes, el ministro de Interior palestino, general Naser Yusuf, visitó el norte de Cisjordania y al llegar a Jenín fue recibido a tiros por miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa. Yusuf despidió al jefe de las fuerzas palestinas de seguridad del distrito y lo reemplazó por el de Tulkarem, donde el subjefe es ahora quien dirige los organismos de seguridad. Un día antes, miembros de las Brigadas irrumpieron en una prisión de la ANP y sacaron a un preso que llevaron ante un tribunal para ser juzgado.